Klaus Richter

Equivocada

Equivocada me parece la línea de GARA tal como se ha manifestado en los últimos días respecto a los acontecimientos en la península de Krim, en el sur de Ucrania. Entiendo el reflejo de simpatía cuando se está ante una manifestación de voluntad popular, decidir libremente sobre su propio futuro y tomar las riendas de su suerte como pueblo. Pero la viñeta de Tasio de los dos países Rusia y Krim (ya sin Ucrania...) dándose besos cariñosamente entre corazones de amor fue de lo más patético lo que uno y una puede imaginarse en este contexto y vivo testigo de esta perspectiva -según mi opinión- naif y hasta peligrosa.

El caso de Krim no me parece en absoluto merecedor de apoyos. La península fue anexionado por la fuerza hace menos que tres siglos por Rusia. En la más pura tradición imperialista Rusia cimentaba allí su base para controlar el mar negro. Los y las que poblaban entonces la región bien poco contaban. Después del tiempo de los Zares vino Stalin e hizo lo suyo, persiguiendo y matando, cambiando la estructura de la población. Que haya actualmente una mayoría ruso-parlante es fruto de esta política imperialista e inhumana. Tratándose ahora de los USA en vez de Rusia las críticas también en GARA estarían garantizadas.

Un referéndum me parece una buena idea, siempre y cuando se respetan ciertas reglas. Hay que dar tiempo a un proceso político, espacios para un debate abierto y sin tabú, en un ambiente desmilitarizado y sin presión. La presencia de tropas rusas invadiendo territorio soberano ajeno no me parece para nada un ambiente sin presión.

¿Por qué tanta prisa con la convocatoria del referéndum? ¿Por qué no se esperaba a las ya determinadas elecciones este año en el estado soberano de Ucrania e iniciar entonces un proceso democrático y pacífico? ¿Qué hay de los más que 40% de la población que no es rusa y que ni ha votado porque sabe que su voto no cuenta? ¿Esto es democrático? Pues entonces la política del PP también lo es.

Un mal servicio hace GARA a la causa a favor de la autodeterminación de los pueblos si apoya una «anexión en frío» perpetrado por una de las fuerzas actuales más intransigentes y retrogradas del planeta, la Rusia de Putin.

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