Hace unos días nos despertamos con una noticia que en la plataforma Sokamuturra Ez nos ha dolido mucho. La ganadería Marqués de Saka de Deba ha tenido que sacrificar a sus 160 vaquillas por tuberculosis. Unas vaquillas muy jóvenes con una vida miserable, criadas para festejos como la sokamuturra del Puerto Viejo de Algorta. Un espectáculo definido como «un sufrimiento animal sin paliativos» por veterinarios expertos en maltrato animal y veterinarios de Getxo que apoyan la plataforma.

Una enfermedad contagiosa que pone en cuestión el trato y las condiciones en las que viven estos animales antes de ser utilizados en festejos populares. Queremos respuestas: ¿Desde cuándo tenían tuberculosis estas vaquillas? ¿Cuáles han sido las condiciones de su cuidado? ¿Cómo es posible que una enfermedad contagiosa como la tuberculosis, que se padece durante meses o años, no se detecte antes? Hay una trazabilidad de si estaban contagiadas cuando vinieron a Getxo o a otros pueblo? Este nuevo episodio refuerza la urgencia de acabar con la utilización de animales en las fiestas de Euskadi.

En Getxo, donde cada año se celebra la sokamuturra del Puerto Viejo, la respuesta de las instituciones ha sido decepcionante. Desde nuestra plataforma hemos acudido en dos ocasiones al Ayuntamiento: primero al pleno y, posteriormente, a una reunión con la alcaldesa y la concejala de Cultura. A pesar del clamor popular y de las firmas recogidas en contra de este festejo, a pesar de la moción aprobada en el pleno de julio de 2018 que establecía que Getxo «no financiaría espectáculos con animales», el ejecutivo del Ayuntamiento parece decidido a seguir subvencionando la sokamuturra en 2025.

No es nuestra labor enfrentarnos a la comisión de fiestas, como nos han sugerido desde el Ayuntamiento. Nuestra labor es exigir responsabilidad a quienes gobiernan y tienen en sus manos la capacidad de tomar decisiones éticas y coherentes con la voluntad de la ciudadanía. La sociedad avanza hacia un modelo de fiestas sin sufrimiento animal, y Getxo no puede quedarse atrás.

La tuberculosis en la ganadería utilizada para espectáculos es un síntoma más de un problema estructural. No solo hablamos de sufrimiento animal, sino también de salud pública y de la necesidad de revisar a fondo cómo se regulan estas actividades. Es el momento de actuar con responsabilidad y de dejar de financiar con dinero público espectáculos que perpetúan el sufrimiento animal.

Desde Sokamuturra Ez seguiremos intentando que la ética y la compasión guíen las decisiones de nuestros representantes. El futuro de nuestras fiestas debe construirse sin maltrato animal.


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