Un pequeño recorrido histórico entre el «todo para el pueblo pero sin el pueblo», hasta llegar a las denominadas «democracias participativas» nos da la verdadera dimensión de esta realidad. Un sistema que casi exclusivamente celebra su jubileo con la «fiesta de la democracia» y con una prioridad sagrada, la captación del voto cada cuatro años y después nosotros y nosotras haremos lo que nos de la gana, ¿es una opción, es nuestra opción?, ¿o nos dejan creer en el «mito de la falsa elección»?

La alternativa actualmente y, salvo en honrosas ocasiones, es la alternancia en el poder de dos formaciones políticas mayoritarias diferenciadas por sus siglas, pero no por sus contenidos, unas, acólitas del neoliberalismo y otras, tratando de edulcorarlo. Alternativa por definición es «opción entre dos o más cosas» y, mientras la ciudadanía solo tenga una opción, con azúcar o sin ella, no superaremos esta realidad, no reconduciremos esta sociedad injusta.

Opción y/o alternativa es participación, empoderamiento y protagonismo entre otras cosas, pero también es necesidad de justicia social y reparto de la riqueza, asentamiento de una sociedad civil despierta, atenta y combativa, elección del modelo productivo de crecimiento o decrecimiento, repartir equitativamente y desde parámetros de dignidad trabajo productivo y reproductivo. Resumiendo y utilizando la máxima regia, todo para el pueblo y desde el pueblo, dignificando la vida de todas y todos.

Alternativa es construcción de nuevos modelo con una perspectiva indiscutible, la social,  un nuevo paradigma donde se avalen los derechos subjetivos de todas las personas, donde deconstruyamos un sistema avejentado e injusto para generar nuevas propuestas de ciudadanía, donde hagamos «camino al andar», pero desde nuestro propio sendero, un lugar común entre diferentes pero con un ADN idéntico en el ámbito de lo social. Nos encontramos con la necesidad de encontrar opciones a un modelo neoliberal caduco que ya era incomible desde la fecha de su fabricación y que ha generado demasiadas víctimas.

Nuestro pueblo se ha caracterizado y caracteriza por la riqueza participativa de su tejido social, por una sociedad viva en las búsqueda de otras opciones, por el intento de alcanzar utopías tangibles, por apoyar luchas emancipadoras en lugares diversos desde perspectivas internacionalistas,y ahora, todas y todos, entre todas y todos, tenemos la oportunidad, llama a nuestra puerta la necesidad, al fin y al cabo, tenemos la obligación de construir otra realidad.

Esta casa entre diferentes e iguales tiene una buena cimentación, la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, el punto de partida del camino que queremos recorrer juntos y juntas. La estación de partida será Bilbo el próximo día 24, el tren, Alternatiben Herria y la hora estimada, las 10:00 h.

Es por estas razones que creemos importante sumarnos a esta iniciativa, invitar a todas y todos a compartir ese espacio en común, a andar esa ruta de nuevos retos y renovadas ilusiones que tiene dos apellidos, social y solidaridad.