Igor Estarellas Lacasa

La brecha deportiva en la juventud: desafíos y oportunidades para un futuro activo

La promoción del deporte y la actividad física como pilares de un estilo de vida saludable es una consigna universalmente aclamada y publicitada reiteradamente por las diputaciones forales. Sin embargo, detrás de esta noble intención yace una realidad que merece nuestra atención: la brecha deportiva que afecta a adolescentes y preadolescentes en toda la CAV. En esta era de conciencia creciente sobre la importancia de la salud y el bienestar, es crucial abordar esta disparidad en las oportunidades deportivas para construir un futuro activo y equitativo para todas las generaciones.

En muchos entornos deportivos, la selección temprana basada en habilidades puede ser una puerta cerrada para aquellos jóvenes que aún están desarrollando su potencial. La ansiedad por destacar desde una edad temprana puede excluir a aquellos que no se alinean con los estándares preestablecidos. Esto lleva a una «brecha de habilidades» que puede persistir durante toda la vida. Es imperativo crear entornos deportivos inclusivos, donde cada joven pueda experimentar y aprender, independientemente de su nivel inicial de habilidad.

La falta de recursos, principalmente instalaciones deportivas, amplifica desmesuradamente la "brecha de habilidades". Aunque no es el único problema, ya que la actual gestión y la falta de formación, genera también una falta de recursos humanos disponibles para poder resolver las necesidades reales para que no exista una brecha deportiva.

Una de las principales barreras para una participación deportiva equitativa es el costo asociado. Los gastos de inscripción, equipación y demás gastos derivados pueden ser un verdadero problema para algunas familias. Esta "brecha financiera" puede resultar absolutamente excluyente para ciertas familias, tal vez, habría que replantearse el modelo actual para que la situación económica familiar no resulte tan excluyente como lo es en la actualidad.

El actual sistema de gestión del deporte escolar en un entramado de delegaciones genera un espacio de actuación de difícil acceso para la mayor parte de las familias y establece un sistema clientelar que dificulta gravemente que las familias perciban dónde está el problema y quién debería aportar la solución, y por consiguiente, dificulta que puedan enfrentarse o denunciar el problema. Además del oscurantismo que en muchas ocasiones se da por parte de los clubes deportivos respecto a la gestión económica de estos ingresos y la falta de auditoría por los órganos que les delegan responsabilidades, tienen una gran influencia en el mantenimiento de este sistema clientelar.

Es fundamental recordar que el deporte no solo se trata de competir, sino también de fomentar la salud física y mental, así como la autoestima. Cuando se dificulta o deniega la realización de deporte a personas en edad de crecer, se están estableciendo parámetros que tendrán una gran influencia para el resto de sus vidas. La realización del deporte en edades tempranas tiene que inculcarles valores cruciales como el trabajo en equipo, la perseverancia, la sana competividad y la confianza en sí mismos. La inclusión en actividades deportivas puede tener un impacto profundo en la vida de cualquier persona desde su edad más temprana, independientemente de su nivel de rendimiento.

Abordar la brecha deportiva entre adolescentes y preadolescentes requiere un enfoque multidimensional y colaborativo. Las instituciones deportivas, las autoridades locales y la comunidad en su conjunto tienen un papel vital que desempeñar. Esto implica la implementación de programas deportivos accesibles y asequibles, la promoción de la diversidad de habilidades y la creación de entornos que fomenten la participación en lugar de la exclusión.

En resumen, la eliminación de la brecha deportiva entre personas adolescentes y preadolescentes debe ser uno de los pilares de las administraciones públicas. A medida que aspiramos a un mundo más saludable y activo, debemos asegurarnos de que todos los adolescentes y preadolescentes tengan la oportunidad de participar y beneficiarse de la actividad física y el deporte dentro de la disciplina que elijan entre las opciones disponibles. Al abordar la selección temprana, las barreras económicas y la importancia de la inclusión, podemos construir un futuro deportivo más inclusivo y equitativo para las generaciones venideras y a la vez para las diferentes etapas de la vida.

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