Principios y filosofía

EH Bildu se configura como un movimiento político para la articulación de una mayoría popular vasca, y la construcción de un modelo de país diferente. Que confronte con las élites político-económicas y sus políticas, y que devuelva la decisión a la gente, a la ciudadanía de Euskal Herria, en todos los ámbitos.

EH Bildu es un movimiento democrático, horizontal, y popular. Como consecuencia de ello, es una organización en la que tanto la línea política, como cargos internos y candidaturas, se deciden de forma democrática, sobre el principio de «una persona, un voto» y elecciones primarias.

EH Bildu es una organización de base municipalista y horizontal, con autonomía política y económica para las asambleas y órganos locales. En tal sentido, los órganos de dirección se conciben más como coordinadora de órganos locales y de eskualde, como función de interconexión de los integrantes de EH Bildu y gestión de la comunicación y debates entre estos, que como dirigente.

Ni EH Bildu –ni su posición electoral– son objetivos en sí mismos. El objetivo lo constituye la articulación de mayorías electorales y sociales populares transformadoras, y soberanistas. Bien a en torno a EH Bildu, bien a través de bloques populares más amplios.

La profundización del proceso de democratización es una intuición fundamental. El bloque popular se debe articular en torno a las reivindicaciones básicas de democracia política (soberanía frente a la negación de la capacidad de decisión popular), democracia económica (primacía de la gente frente a los mercados y los ataques antisociales), democracia social (ciudadanía participativa frente a la patrimonialización oligárquica de la política institucional), democracia ecológica (sostenibilidad ecológica frente a la depredación natural basada en el interés privado), justicia social, igualdad, y derechos culturales.

Orientación organizativa

La asamblea como marco, será guía a todos los niveles de la organización.

La participación telemática posibilitará la conexión y participación popular en el seno de EH Bildu, así como la toma de sus decisiones.

El poder de decisión, en la definición de la línea política y cargos, recaerá en las bases, orientándose bajo la filosofía de horizontalidad, «de abajo a arriba».

La igualdad de oportunidades regirá los criterios de contratación de liberaciones, siendo guiadas bajo los principios de transparencia, publicidad, objetividad, competencia, capacidad y disposición, y abiertas a toda persona que comparta los principios de EH Bildu.

Nadie podrá estar liberado en EH Bildu más de 8 años, ni en ninguna organización anterior por un periodo superior a 8 años, para evitar puertas giratorias a otras organizaciones políticas.

Ninguna responsabilidad orgánica podrá ser superior a un periodo de 8 años.

Todos los puestos, su descripción y sueldos serán transparentes, publicándose en la página web, dejando claro cuándo comienzan y su finalización prevista.

De la misma forma, toda la información económica en general, ingresos y gastos, serán públicos a través de la web, con el objetivo de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.

Se fomentará la participación de la militancia, en clave de impulsar el empoderamiento, la corresponsabilidad de las decisiones y la rotación de los cargos.

Toda y todo cargo, interno y electoral, será designado por procedimiento de primarias abiertas y en igualdad de condiciones (sin candidaturas «oficiales»). Los órganos y cargos, en este sentido, han de mantener siempre una posición «neutral».

La línea política y estratégica será decidida en base a procedimientos participativos y reglados, con posibilidad de presentación y votación de diferentes ponencias y enmiendas parciales.

Los estatutos organizativos han de someterse, asimismo, al proceso de debate, enmienda y votación en procesos abiertos, democráticos, y participativos.

Orientación táctico estratégica

EH Bildu debe trazar confianzas y complicidades con todos los sectores populares de Hego EH para conformar un bloque popular que ilusione y dispute el poder –no solo institucional, pero también–, a las élites económicas que actualmente lo detentan, y a las élites políticas que les obedecen.

El objetivo es construir un proyecto alternativo de país, que empodere a los sectores populares, trabajadores y juventud precarizada, desempleadas, los falsos autónomos, pequeños comerciantes, pequeños empresarios ahogados por grandes multinacionales, mujeres, pensionistas… Que permita decidir en todos los ámbitos.

Un proyecto alternativo de país ha de ser, al tiempo, un producto intelectual compartido que presupone un trabajo de debate amplio y complejo, que combine tiempo, conocimiento, recursos y gente. Que necesita un profundo, largo y compartido debate sobre varios ejes: el histórico, el sociológico, el psicológico, el económico, el tecnológico, el ecológico… Ejes que, gracias a ese debate, sean tejidos para crear ese proyecto alternativo que pueda ensayarse sobre la realidad, transitando desde la ideología hasta la cotidianeidad práctica. Para lograr un proyecto de país, debemos acertar en el modelo de debate necesario para lograr diseñar ese proyecto de país. Hay que establecer un debate profundo, comunicado, compartido, no elitista y cerrado, creando dinámicas conjuntas de trabajo, con un profundo sentido ético y una gran adecuación al tiempo histórico. Un debate donde hacer confluir.

Para revolucionar la realidad, además, es inevitable que el sujeto, y las organizaciones, se revolucionen también. Y eso supone dejar mucho lastre e inercias, y adoptar formas y actitudes nuevas. Y esto a su vez, presupone un trabajo común e individual de adecuar personas y grupos a los nuevos retos.

También hay que tener en cuenta que un proyecto alternativo de país es algo lo suficientemente importante como para ser realizado con cuanta más gente mejor. Las alianzas van a ser inevitables. Hay que establecer nuevas, afianzar las que existen, midiendo los espacios en las que se establezcan, los objetivos de transformación que se persiguen con ellas. Y el tiempo que necesitan para ser unas alianzas sólidas.

EH Bildu, además, se presenta como organización feminista, a favor de la euskaldunización del país, y trabajará para construir proyectos de cambio orientados a la transformación ecosocial que asegure un futuro sostenible para Euskal Herria. EH Bildu establecerá relaciones prioritarias y estables con EH Bai en Ipar Euskal Herria.

Enmienda transicional

Algunas de las medidas y cambios propuestos pueden aplicarse de inmediato, otras requerirán un periodo de transición. Pero el objetivo claro es que EH Bildu camine decididamente hacia ese modelo de organización democrática, transparente, participativa, municipalista, y hacia la conformación política de un bloque popular antagonista y hegemónico. No podemos quedar paralizados o caminar más lento que los cambios sociales.

Izaro Gorostidi (Plentzia) Ion Andoni del Amo (Durango)

Beste sinatzaileak:

Irune Soto (Galdakao)
Dani Maeztu (Durango)
Lola Gómez (Bilbo)
Alex Marañón (Bilbo)
Unai Apaolaza (Donostia)
Egoitz Askasibar (Bilbo)
Julia Itoiz (Iruña)
Aritz Bravo (Durango)
Iker Urkiza (Durango)
Pablo Fernández (Bilbo)
Ibon Ostolaza (Donostia)
Santi Merino (Donostia)
Rosa Mintegi (Durango)
Koldo Lekuona Ruiz de Luzuriaga (Asparrena)
Jon Azkune (Santurtzi)
Jon Bingen Landabidea (Durango)
Jon Ander Etxeberria (Bilbo)
Eider Uribe (Durango)
Xabier Sarasua (Aretxabaleta)
Eloi Landia (Durango)
Patxi Azparren (Pasaia)
Leire Ugarte Santamarina (Bilbo)
Juanra Cano (Pasaia)
Asier Garcia Aurrekoetxea (Bilbo)
Pedromari Olaeta (Gasteiz)
Joseba Verdugo Goikoetxea (Iruña)
Marisol Juaristi (Durango)
Fernando Bilbao (Bilbo)
Unai Alberdi (Astigarraga)
Axular Astaburuaga (Bilbo)
Idoia Aldama Arana (Bilbo)
Iñaki Pazos (Gallarta)
Kepa Solozabal (Portugalete)
Aitor Beobide (Durango)