La lucha obrera por el convenio del metal de Araba ha dado sus frutos
El pasado lunes día 21 de noviembre se firmó el Convenio Colectivo del Metal de Araba, preacordado en septiembre con SEA
La lucha obrera por el convenio del metal de Araba ha dado sus frutos. Una lucha ejemplar, histórica, que no se había vivido en este sector desde hace años, décadas. Una lucha llevada a cabo por los hijos e hijas, nietos y nietas de todas aquellas personas que salieron a las calles en marzo del 76.
Al margen de interpretaciones interesadas, el avance es innegable. No hay un solo derecho perdido respecto al convenio anterior, y son todo mejoras: mejoras en los salarios, garantía del poder adquisitivo, mejoras en los permisos, mejora en horas a trabajar, o mejoras en las bajas por enfermedad o accidente laboral, mejoras en subrogación... Además, se fijan unos bases amplias, sólidas, para que aquellas personas que tenemos la suerte de poder organizarnos en las empresas o podamos negociar directamente con el jefe tengamos una posición más ventajosa. ¿O es que se nos olvidan la cantidad de talleres pequeños, cientos, de 3 o 4 trabajadores y trabajadoras, que no pueden organizarse? Las personas que peor lo están pasando, y que más necesidad tienen, van a pasar a cobrar 2.200 euros más dentro de escasamente 3 meses. En los sueldos más precarios esto es inmenso.
Muchos de nosotros y nosotras, y las personas que firmamos este artículo, teníamos claro que era nuestro deber movilizarnos por el sector del metal, nuestro sector. Por las condiciones que tenemos en nuestra empresa, sabíamos que algunas de las mejoras que se pudieran lograr no nos afectarían directamente. Pero aun así hemos peleado, porque cuanto mejor sea el convenio sectorial, mejor podrá ser nuestro convenio de empresa. Cuanto más alto sea el suelo, más arriba podremos poner nuestro techo. Además, al haber logrado reivindicaciones fundamentales, como garantizar las subidas con el IPC, rebajar la jornada laboral, complementar al 100% las bajas laborales, mejorar los permisos... será más fácil que podamos conseguirlas también en nuestras empresas. Y por último, será mejor para todas la sociedad, abriendo el camino a otros sectores, a los y las más precarias. Es solidaridad de la clase obrera pero salimos ganando todos y todas.
Durante décadas el convenio ha estado apartado, en un rincón. En Araba mirábamos con resignación cómo otros herrialdes mejoraban sus condiciones, mientras aquí estábamos abocados al olvido. Y de ello, mucho tienen que decir quienes durante todo ese tiempo han ostentado la mayoría del sector del Metal. Que no pretendan eludir sus responsabilidades, porque si, según ellos, es el «peor» convenio del metal de Hego Euskal Herria, algo tendrán que ver, ¿no? ¿O es que solo son la mayoría cuando les interesa? ¿Dónde han estado?
Las manifestaciones, paros y huelgas que se han desarrollado en el sector han devuelto orgullo a un sector abandonado. Los que ahora quieren quedar como los guardianes de las esencias, se han nutrido de las huelgas del sector para engordar su afiliación, por encima de las reivindicaciones. La dinámica conjunta siempre ha estado en un segundo lugar, y el sector en el tercero. Porque una huelga no es solo repartir cheques e invitar a la gente a ir a la manifestación del mediodía. Es estar en los piquetes, de madrugada, con tus compañeros y compañeras, informando a los trabajadores y trabajadoras, haciendo frente a la policía (que una vez más defiende el capital por encima de las personas), pateando los polígonos para que la huelga sea efectiva,... Y ahí hemos visto la incomodidad de algunos en las huelgas sectoriales. Como muy bien lo pueden ratificar los compañeros y compañeras del metal de Bizkaia, quienes también lo están viviendo en primera persona, puesto que ahora mismo se encuentran en lucha en defensa de un convenio que dignifique las condiciones de trabajo en el sector del metal de Bizkaia. Y pronto serán los trabajadores y trabajadoras de Gipuzkoa. LAB siempre va a estar trabajando y haciendo luchas que sean eficaces en beneficio de toda la clase trabajadora.
Ahora toca disfrutar de lo logrado con la lucha, de trasladar la victoria del sector a las empresas y centros de trabajo. Y en definitiva, de seguir tejiendo alianzas para que la clase trabajadora de este país pueda ir ganando cada batalla. Porque necesitamos luchas comprometidas y efectivas para mejorar nuestras condiciones de trabajo y de vida.
Gora langileon borroka! Gora Arabako metala!