Imanol Rodríguez y José Ignacio Martínez
Sindicalistas de ESK

La zapatera prodigiosa

Entendemos que la voluntad del consejero de Sanidad es sancionar al sindicalismo reivindicativo, al cual no tolera y le resulta incomodo, cuando pone en cuestion su modelo de gestión neoliberal de la sanidad.

El pasado 5 de diciembre, se publicó en esta sección la opinión de dos sindicalistas de ESK, en torno a unas medidas que considerábamos viejas e ineficaces para atajar las listas de espera en Osakidetza, provocando la respuesta de su máximo responsable el señor consejero de Sanidad, Jon Darpon Sierra con el título "Zapatero a tus zapatos".

El consejero de Sanidad, nos presenta, quizás con un tinte peyorativo, a los autores como «liberados del sindicato ESK» que solo buscamos la promoción del sindicato cuando él sabe perfectamente que no es verdad. Nosotros somos delegados sindicales que dedicamos una parte de la jornada a tareas sindicales y otra a las tareas propias del colectivo al que pertenecemos.

Entendemos que la voluntad del consejero de Sanidad es sancionar al sindicalismo reivindicativo, al cual no tolera y le resulta incomodo, cuando pone en cuestion su modelo de gestión neoliberal de la sanidad. Como trabajadores y como sindicalistas le tenemos que recordar, creíamos que no hacía falta, que desde la responsabilidad que nos han dado los trabajadores de Osakidetza en las elecciones sindicales (unos resultados importantes en los ámbitos en los que estamos, siendo la primera fuerza sindical en el Hospital de Cruces), que nuestro deber es precisamente realizar una denuncia constructiva de la gestión que realiza, cuando ésta supone un deterioro de la calidad de la sanidad.

Gasto sanitario 

Una verdadera autocrítica debería comparar nuestro gasto sanitario con el de aquellos que tienen un PIB per cápita similar al nuestro, la cercana Francia, por ejemplo. Mientras nuestra inversión en salud por habitante es de 1619€, Francia invierte 2886€, es decir invertimos un 42% menos. Su insistencia en compararse con aquellos que tienen un PIB per cápita inferior al nuestro es tramposo y no aporta nada.

Derechos laborales

Entra a compararnos con el Estado en la recuperación de los derechos robados con la excusa de la crisis económica y aquí tampoco dice toda la verdad. Si bien es verdad que tras largos años de recortes hemos recuperado la jornada de 35 horas semanales, no es menos cierto que ha sido debido a una lucha de años (con paros y huelgas incluidas) de los sindicatos y del personal de Osakidetza.

Además, quedan muchos recortes sin devolver como: la penalización por caer de baja por enfermedad, una pérdida del poder adquisitivo cercana al 20%, la contratación desde el primer día, la paralización de la carrera profesional…

Mientras en el estado varias comunidades ya están planteándose la recuperación del desarrollo profesional, aquí hemos tenido que acudir a los juzgados.

Se muestra orgulloso de que la plantilla estructural en Osakidetza ha aumentado el año pasado en 700 personas, pretendiendo hacer creer que son de nueva creación. Por nuestros datos (su departamento nos niega sistemáticamente esa información a pesar de pedírsela una y otra vez) actualmente, en Osakidetza trabajamos aproximadamente 35.000 personas, de las cuales 14.000 (cerca del 40%) tienen carácter eventual.

La plantilla estructural de Osakidetza es insuficiente y sobrecarga a los profesionales, que consiguen con dificultad responder a las necesidades asistenciales que se presentan a diario. Una realidad que ha empeorado con la escasez de contratación para cubrir las ausencias del personal debido a licencias, permisos, bajas de enfermedad, con el único objetivo del ahorro económico aunque éste deteriore la calidad del servicio. A este respecto podemos decir que en el caso de enfermería el ratio enfermero por cada 10.000 habitantes es de 7,04 presentando un déficits de 1.185 enfermeras para igual la media europea.

Inauguraciones y privatización

Poco a poco va desgranando todos los centros y unidades que ha inaugurado. Como en el antiguo NO-DO y con un gran despliegue de imagen los Teleberris, nos inundan diariamente con inauguraciones.

Nunca hemos restado ni restaremos importancia a la puesta en marcha de nuevos servicios, pero y, a modo de ejemplo en Urduliz, su gestión está siendo nefasta por varios motivos. Por un lado con su actitud antidemocrática incumpliendo acuerdos por los que se comprometía a no privatizar nuevos servicios y que ha lesionado muchos derechos de los trabajadores y trabajadoras, tanto de los propios como los de la contrata a los que su soberbia terminó dejando en la calle. Por otro con el despilfarro injustificado de más de 1 millón de euros del dinero público para las numerosas reformas que han sido necesarias para adaptarlo a las necesidades reales.

Afirma que a ESK, solo le importa, lo que usted define como servicios complementarios no asistenciales de la sanidad. Nada más lejos de la realidad. Nuestra actividad sindical se basa es la defensa de una sanidad pública, gratuita, integral y de calidad. Así como el planteamiento de un modelo de sanidad basado en la Prevención, Promoción y Educación. Nuestro objetivo es optimizar la calidad en todos ellos, desde todo lo relacionado con los actos sanitarios, hasta todo lo relacionado con los servicios de cocina, limpieza y lavandería. Y ahí, sí tenemos una diferencia, ya que estudios objetivos acreditan la importancia del personal de estos servicios en los procesos sanitarios, influyendo directamente en la calidad, mejora y eficacia de los tratamientos médicos, e incluso en la incidencia en la morbimortalidad.

Usted impone sus criterios privatizadores a la ciudadanía al no aportar estudios de impacto económico y de calidad que los justifiquen. Consideramos que esos estudios concluirían que la privatización, hoy en día, suponen un sobrecoste para las arcas públicos, un deterioro de la calidad del servicio y un aumento de la precariedad de sus trabajadores. Sólo en la limpieza se ahorrarían 100.000 euros anuales y en Nafarroa, hace tan solo unos meses decidieron devolver la cocina al ámbito público. ¿No le hace esto pensar un poco?

Podemos decir además que el  último informe del año 2016 de la Federación de la Sanidad Pública coloca a Osakidetza en el 6 puesto de 17, de los que más gastan en la contratación con centros privados.

ESK, denuncia el gran negocio sanitario y el uso intensivo de las nuevas tecnologías y medicamentos (cuanto más costosos mejor), en dicho negocio se quiere medicalizar la vida de las personas para que hagan un elevado consumo sanitario. En esta estrategia están implicadas grandes corporaciones y fondos de inversión, con puertas giratorias en las que altos cargos intercambian sus puestos entre la administración sanitaria y las empresas, de la que usted es un claro ejemplo (muchos años de trabajo en uno de los mayores centros sanitarios privados).

Listas de espera

Coincidimos con usted en que es imposible reducir a cero el tiempo de espera pero no compartimos el modelo que usted plantea pata reducirlas. La autoconcertación o el pago de horas extras se implantó en 1992 y lejos de acabar con las listas de espera las ha cronificado permitiendo sobresueldos para algunos colectivos, fundamentalmente facultativos. Una medida vieja, insolidaria e ineficaz.

Usted dice estar satisfecho cuando en Cruces la espera para una consulta de Traumatología es superior a 1 año y para una intervención de Traumatología en Basurto a 9 meses, cuando para una resonancia magnética es de 4 meses, cuando en Galdakao la primera consulta en la Unidad del Dolor tiene una lista de espera de 1 año… ¿Satisfecho de una autoconcertación que fomenta el destajismo, aumentando el riesgo de errores y mermando drásticamente la calidad en la atención? ¿Se puede estar satisfecho con la gestión de unas listas de espera manipuladas a capricho?

Según el publicado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) año 2016, el 52% de las personas que demanda asistencia en los centros de atención primaria no son atendidas el mismo día y el 11% tardan más de una semana. Esto es consecuencia de la falta de persona en Atención Primaria y es incompatible con la filosofía y la lógica de un servicio, que debería atender la demanda de manera inmediata.

Con respecto a las listas de espera el País Vasco retrocede 2 puestos, aunque sigue en el grupo de cabeza de la clasificación. Es decir el porcentaje de personas que se les da cita en 24 horas con su médico solo es del 38,8 en Nafarroa es del 64,7 por cien, el porcentaje de personas que dicen que cuando piden cita en consulta del especialista se la dan en 15 días es del 17,9 y solo el 8,1 de la población, opina que mejoraron las lista de espera.

Por cierto, a pocos días de aprobarse estas medidas su departamento da una nueva inyección de dinero para impulsar la realización de horas extras en el hospital de San Eloy cuando las había parado en septiembre porque ya se habían cumplido los objetivos. 

Nosotros seguiremos a nuestros zapatos. A denunciar aquellos aspectos de su gestión que lesionen derechos del personal o deterioren la calidad que se ofrece a la ciudadanía.

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