Txus Pérez Artuch

Larga vida a LPR

Los de Salvatierra llegan con la metralla dialéctica de siempre, preparados para dar leña a todo aquello que consideran corrompido e injusto en estos tiempos jodidos y en las manos en las que nos toca vivir.

Tras cuarenta años sobre los escenarios y veinticinco con su banda más prolífica, el señor Páramos Pérez, pontevedrés de nacimiento y desde muy txiki afincado en el carismático pueblo alavés de Agurain, está a punto de hacer la tercera parada de su gira (de retorno) 2019, esta vez en casa, tras su inicio en Valencia y Madrid en semanas anteriores. Después arribarán a Barna y en febrero al verano bonaerense.

Evaristo llega a Bilbo, al BEC barakaldarra más concretamente, con bolo doble de viernes y sábado con la presión y las ganas de agarrar el micro ante un público entregado desde el previo con otro enorme como El Drogas calentando la pista.

De aquellos inicios del 79, lejanos, renqueantes, melancólicos quizá, la voz cantante de La Polla Records ha ganado de sobra tablas y ha creado con su imagen, su estilo y su inconfundible voz, una forma única de entender el punk-rock y de transmitir críticamente su forma de ver la sociedad y el mundo que nos atrapa.

Sin atarse con nada ni nadie, más allá del personaje que creo que también forma parte de la vida sobre el escenario con una masa demandante de gestos e imágenes, Evaristo en su larga trayectoria se ha involucrado en otros proyectos musicales, literarios, además de múltiples entrevistas y colaboraciones.

Los de Salvatierra llegan con la metralla dialéctica de siempre, preparados para dar leña a todo aquello que consideran corrompido e injusto en estos tiempos jodidos y en las manos en las que nos toca vivir. Más allá de los cuarenta años que han pasado desde sus primeros conciertos, sus letras, muchas de ellas convertidas en himnos musicales son más actuales que nunca. Sarcasmo, ironía y apuntar directamente al oído, micrófono mediante, no van a faltar este finde en el pabellón multiusos vizcaíno: Iglesia, Policía, políticos, manipulación a través de la comida, la prensa, el fútbol o las drogas o la democracia recibirán su repaso. A degüello. Sin risas falsas ni postureos.

Preparando los cuadros de mando, ¿soy yo el tonto o lo eres tú? ¿Cuánto horror habrá que ver cuántos golpes recibir?, el ojo te ve, es un arma, qué bonito nuestro amor en el 68, como alcalde y buen burgués, por mi coco pasa un tren y hace tiempo que perdió la vía, atentos al remate que va directo a puerta, y ahora está contento… muertooooo.

Desde este pequeño homenaje totalmente de acuerdo con que: si esto es vivir en serio… ¡preferimos hacer el indio!

Larga vida al pensamiento LPR. ¡Eskerrik asko Evaristo!

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