Se armó la de dios es cristo. Ahora, después de tragar con el fascismo y sus suciedades asesinas, nos vienen los «demócratas» de toda la vida dando lecciones de honestidad y respeto. Los herederos de Fraga y Franco utilizan sus medios de comunicación como argumento válido para manosear la historia y los objetivos de libertad para todos, a partir de la superación de los enfrentamientos y actuando legalmente en materia electoral y ejerciendo el derecho a participar en la vida política sin restricciones. Pero no, no solo es el PP quien ensucia el tablero electoral, donde todo es válido para distorsionar y manipular según conviene, la derecha vasca también se adhiere al esperpento ante las perspectivas de un crecimiento de la izquierda abertzale en votos y escaños; Urkullu, Esteban y Ortuzar han saltado como cigarras babeando sobre las listas que incluyen a personas que han purgado en demasía sus responsabilidades tras ser parte de la lucha que en Euskal Herria perdura desde tiempos viejos. Lo que demuestra que era absolutamente falso aquello de que «sin armas la acción política es factible y posible...».

Surgen las «listas negras», donde se criminaliza a quien ha tomado la decisión de participar en la defensa de los intereses de su pueblo vía electoral, esperando el voto de sus vecinos y vecinas para continuar la lucha por el camino requerido por quienes asumieron la «Reforma» como foro de debate. Se escandalizan los amigos de lo ajeno, los que promovieron las torturas, muertes y dispersión, se presentan como juzgadores del respeto a unas víctimas sin tener en cuenta a todas las víctimas y lo hacen para atacar, manipular e intentar trastocar unos futuros resultados electorales que se dicen democráticos, donde el derecho a decidir debiera competer a la ciudadanía votante.

Que los terroristas defensores de Franco y el franquismo utilicen el argumentario fácil contra EH Bildu resulta comprensible y va en su línea tradicional, pero que los estatutistas jeltzales se monten en la burra estética de los coetáneos de Fraga tiene otra lectura más grave, pues rompen con sus llamadas cíclicas a la negociación política y a los medios «pacíficos» para la construcción de país. ¿La lucha continúa o no? La lucha continúa y avanza con paso firme a pesar de los palos en las ruedas de quien no duda en unirse a cualquiera que le ofrezca los votos necesarios para mantenerse en el sillón, sean los herederos de Franco (PP) o los monárquicos socialdemócratas del PSOE; todo menos encontrarse con los soberanistas que tienen como objetivo el Derecho de Autodeterminación y la reunificación de Euskal Herria, es decir seguir como hasta ahora: difamando y mareando la perdiz.

Que el PP de Feijóo (el navegante con narcos gallegos) utilice cualquier argumento para enfrentarse a Sánchez tiene su razón de ser, pues siendo el partido más corrupto de Europa aspira a suceder en el poder a los socialdemócratas, para seguir con su política ultranacionalista y con sus objetivos facciosos que heredaron de sus ancestros, abuelos y padres que apoyaron a Franco contra la población trabajadora y republicana, a partir de las masacres y asesinatos a través de la guerra impuesta con el apoyo del nazi-fascismo que arrasó Europa y que Rusia frenó. Pero que utilice a ETA como comodín para descalificar la lucha por el progreso resulta sucio y bastardo, pues si alguien lleva listas de herederos del mayor terrorismo conocido en la península hispánica, ese y no otro es el PP, pues con la Amnistía tras la muerte del dictador, todo el aparato judicial, militar, policial, empresarial afecto al régimen quedó intacto y mangoneando a placer la Reforma que estableció la Monarquía borbónica después de haber jurado los Principios Fundamental del Movimiento falangista.

La entrada a tropel por parte del PRV contra las listas electorales de EH Bildu tiene su explicación, tiene sus motivos, pues el jeltzalismo tiene también sus miedos, tiene el temor a un crecimiento de la izquierda abertzale por ser soberanista y de izquierdas, sin corrupción y con ofertas limpias para la sociedad civil. El PRV es un partido de derechas, aliado de la patronal y de la banca, corrupto y con innumerables casos de prevaricación, que debe mantenerse a toda costa en el poder y para ello no duda en descalificar a quien le estorba en su camino, utilizando para ello la difamación y la mentira, así como los medios de comunicación que controla desde el poder para criminalizar a quienes ya han cumplido sus castigos de venganza en las cárceles de la imposición. Para ello utilizan las listas electorales («listas negras») para demoler los derechos que corresponden a cualquier persona que pretenda trabajar en favor de su pueblo si resulta elegido por compatriotas suyos. Es mezquino, señor Urkullu, que baje al barro de la mano del PP y otros en un momento de responsabilidad política donde nos estamos jugando subsistir como pueblo en el que todos somos necesarios para vencer y ser libres. Las víctimas ya las ha reflejado Aranzadi con claridad y tú, lindakara, también te has puesto del lado equivocado en ese asunto, lo cual denota agresividad y odio, maneras partidistas de gobernar para imponer un relato efímero y nada realista desde el punto de vista de «verdad, justicia y reparación» que corresponde a más de 4.500 personas vascas torturadas y asesinadas con el dinero del pueblo («fondos reservados»), donde tus expresiones se difuminan en las periódicas misas en tu pueblo o en las visitas a los colegios del Opus Dei. Un poco de vergüenza antes de hablar, aunque te preparen el guion y empieza a buscar otros socios que respeten la necesaria felicidad que requiere Euskal Herria, ello si es importante y necesario. Es buen momento para que llames al PP y a quien sea para pedirles cuentas sobre las víctimas y victimarios que rellenan sus listas y que presumen de «democracia» habiendo destrozado este país e impuesto sus tribunales y fuerzas de ocupación en nuestra tierra, donde las mínimas leyes aprobadas en nuestros parlamentos son anuladas por los tribunales superiores o sus sucursales autonómicas; es hora de que te enfrentes y avergüences con la metrópoli y sus fuerzas políticas, con la mafia energética y empresarial que impone la pobreza y se embolsa los ingentes beneficios de la plusvalía y la explotación a costa de la clase trabajadora. A fuer de ser sincero, señor Urkullu, siento verdadero asco por escuchar tanta difamación y postureo ante el eterno manoseo de las «víctimas«, sobre todo las bien «engrasadas» con dinero público y puertas giratorias, castigando siempre a quienes ya han cumplido sus largas penas en condiciones inhumanas y dispersadas con el apoyo incondicional del PRV. Han elegido seguir luchando por Euskal Herria tal y como siempre lo pidieron Aznar, Rajoy y Zapatero..., sin armas de fuego pero con armas dialécticas a partir de la libre expresión: sin renunciar al Derecho de Autodeterminación, a la reunificación de EH y a la defensa de nuestra cultura y por la República Vasca. Tienen derecho a hacerlo y ello les honra. El voto para quien se lo merece y nadie mejor a quien no renuncia a la honestidad de sus ideales y objetivos políticos. Gora Herria! Euskal preso eta iheslari guztiak etxera!