Molinos o aerogeneradores eólicos y medio ambiente
Si la energía eólica es autóctona, nada más autóctono que nuestros montes destrozados por aerogeneradores eólicos.
En todo hay sus pros y sus contras. Los aerogeneradores o molinos eólicos producen electricidad –poca– y no expelen a la atmósfera CO2, pero atentan grandemente contra el paisaje natural por su gigantesca altura y por los medios y caminos para instalarlos, que destrozan los montes.
Nos decía Xabier Arzalluz, burukide máximo del PNV: «o Lemóniz o las velas»; «O Lemóniz, o comeremos berzas». Si fuera por los burukides del PNV, hoy Lemoiz estaría funionando. Lo de la insuficiencia energética de la CAV es el eterno rollo. Lo fue con la central nuclear en Lemoiz y lo es ahora, en que nos quieren llenar los montes de aerogeneradores eólicos. Ya en tiempos de Arzalluz, Bizkaia era excedentaria en producción eléctrica, pues estaba la térmica de fuel oil de Santurtzi, 935 Mw de potencia instalada; la de Burtzeña-Barakaldo, 92 Mw; y Barazar-Saltos del Zadorra, 84 Mw, hidroeléctrica; los embalses de Ulibarri-Ganboa y Urrunaga están en Araba, pero comunica este último por galería forzada con la central de Barazar-Zeanuri (Bizkaia), en la vertiente atlántica. Estaba además en Gipuzkoa la térmica de Pasaia, Donibane, de carbón, de 217 Mw.
Lo cierto es que, ahora, la CAV se autoabastece en un 89% de energía eléctrica. Aquí hay, en Bizkaia, tres grandes centrales productoras de electricidad por medio del gas natural: Boroa-Amorebieta, o “Bizkaia Energia”, con 786 Mw de potencia instalada; Santurtzi, 396 Mw; y Zierbena-Superpuerto, o “Bahía de Bizkaia Electricidad”, 800 Mw. Está, además, la planta de cogeneración de Petronor en Muskiz, 100 Mw; la incineradora de residuos Zabalgarbi, en el barranco de Artigas-Bilbao, 99,5 Mw. Y unas 60 plantas de cogeneración industrial en el resto de la CAV, con unos 500 Mw de potencia instalada. Más las pequeñas hidroeléctricas.
La térmica de gas de Boroa provocó un amplio rechazo popular a su instalación, pero se instaló, y ni la misma, ni las demás centrales de gas se van a desmantelar. Y producen mucha electricidad, aunque el gas no sea autóctono. Y si la energía eólica es autóctona, nada más autóctono que nuestros montes destrozados por aerogeneradores eólicos.
¿Por qué, por tanto, para qué llenar los montes de antiestéticos molinos eólicos? ¿Y para qué instalar frente a la costa de Armintza-Lemoiz (precisamente Lemoiz), aerogeneradores marinos gigantescos de 110 metros de altura, equivalentes a un edificio de 36 plantas? Los más grandes del mundo. ¿Todo esto no es un atentado a la naturaleza, a la sostenibilidad que tanto pregona el PNV?