No hay excusas: los presupuestos de salud son insuficientes y hospitalo-centristas
La cantidad total que para este año se presupuesta para el Departamento de Salud asciende a 1.510.332.480 euros, lo que supone un crecimiento del 3% con respecto al presupuesto inicial de 2024.
Pero una vez analizado el detalle de estos y si consideramos que la política presupuestaria es la plasmación real de las prioridades políticas del gobierno, no podemos menos que sentir una gran decepción. Existen tres razones de peso.
En primer lugar, su escaso crecimiento.
Llevamos años denunciando la infrafinanciación del Sistema Público de Salud, en relación con el gasto per cápita de regiones y países con niveles económicos similares al nuestro.
Analizando su distribución por partidas no hay ningún cambio y el reparto del gasto dentro del Departamento se mantiene en porcentajes similares a años anteriores: Servicio Navarro de Salud/Osasunbidea (SNS-O): 96,59%; Instituto de Salud Pública y laboral: 2,45%; y Dirección General y Consejero: 0,96%.
Pero lo más llamativo y grave es que la Atención Primaria sigue sin tener la relevancia y el peso que en todas las declaraciones públicas se le atribuye y que es urgente abordar tanto desde el punto de vista profesional como laboral, y ciudadano.
En segundo lugar, la distribución hospitalo-centrista de los porcentajes.
El gasto del Hospital Universitario de Navarra crece un 3,82%, mientras que el conjunto de la AP únicamente crece el 1,7%, o lo que es lo mismo, el peso de la Atención Primaria en el conjunto del presupuesto de salud se mantiene ligeramente por encima del 14%, similar a años anteriores.
Todo lo contrario, ocurre con el crecimiento del conjunto de los hospitales que es del 3,85%, lo que lleva a que el peso de la atención hospitalaria se incremente al 55,36% del total del gasto. Si se incluye Salud Mental se alcanza el 58,19% de gasto total.
En tercer lugar, la falta de control en las partidas de gasto en personal, productividad, inversiones, farmacia, conciertos y formación.
a) El gasto en personal crece respecto a 2024 un 2,7% y supone cerca del 52% del gasto total. Pero mientras en Atención Primaria crece 4,1% (incluyendo los Servicios de Urgencia Extrahospitalarios), el gasto en personal de los hospitales, el que más crece, un el 5%.
El peso de la Atención Primaria en el gasto total de personal es del 23,4% y el de la red hospitalaria alcanza el 64,2%. Desde 2016 a 2025 el gasto en personal de AP se ha incrementado el 38,5% mientras que para ese mismo periodo los hospitales crecen el 54,8%.
b) Las partidas destinadas a complementos de productividad presentan el crecimiento más elevado, alcanzando el 6,3%. Recordemos que son partidas que se destinan a hacer horas extra, algunas de ellas programas para reducir las listas de espera.
Las destinadas específicamente para listas de espera crecen un 54% con respecto a 2024, llegando a los 3.724.001 euros.
c) Los fondos destinados a inversiones siguen disminuyendo, un 16,8%, al desaparecer los Fondos europeos que han servido para financiar la tecnología de los hospitales. Siendo grave esta falta de estabilidad en las inversiones, resulta especialmente grave y perjudicial el descenso de las inversiones en Atención Primaria, un 47,8%, sobre todo si tenemos en cuenta las necesidades de renovación de centros para adaptarlos a las nuevas necesidades y también la construcción de otros nuevos, además de considerar nuevas necesidades al implantar los Distritos de Atención Primaria.
d) El gasto en fármacos sigue teniendo un gran peso en el gasto total del departamento de Salud, 22,06% del gasto total, sin observarse ningún cambio sustancial en la racionalización de su uso ni en la disminución de su hiperconsumo actual. El incremento respecto a 2024 es del 4,3%, superior al promedio del Departamento de Salud.
Desde 2016 a 2025 el gasto en farmacia se ha incrementado un 43%.
e) El gasto en conciertos con el 4, 0%, es otra de las partidas que crece por encima del promedio y aunque su peso sobre el total del gasto se mantiene en 6,7%, nos parece extremadamente alto, sobre todo si tenemos en cuenta que junto al gasto en productividad de los hospitales no están demostrando ser eficaces en la resolución del grave problema de las listas de espera.
Destaca el crecimiento de las partidas de «Asistencia sanitaria para media estancia y cuidados paliativos» y de «Asistencia sanitaria para pacientes agudos» con un 12% cada una de ellas. La de la Clínica Universidad de Navarra se incrementa un 5,7%.
Resulta alarmante la disminución del gasto destinado a formación en Atención Primaria, que disminuye el 8,5%, y, por el contrario, el hospitalo-centrismo se fortalece, ya que el Hospital Universitario de Navarra incrementa el 3,8% la partida de formación.
En resumen, unos presupuestos en Salud insuficientes, y que –a pesar de todas las proclamas− dejan a la ya maltrecha Atención Primaria en bastante peores condiciones.