Nuevo sistema de comedores escolares: oro parece…
Después de el escándalo del asunto del fraude de las empresas de catering, el Departamento de Educación anuncia en prensa, la puesta en marcha de un nuevo modelo de comedor en el centro escolar de Markina.
Se publicita este paso en la aplicación de la filosofía de productos de km 0, de oferta de menus halal, de mantenimiento de precios para las familias, de creación de empleo en las cooperativas locales, de comisión de comedor participativa, de mantenimiento de cocina in-situ en el centro…
Todos estos factores, que deben incluirse en un modelo de calidad, han brillado por su ausencia.
Pero nunca es tarde para corregir errores y dar pasos hacia una mejora, sobretodo en un espacio donde la mediocridad se va instaurando en todos los aspectos: modelo, productos, laboral.
El Departamento de Educación en, entendemos, aras de limpiar su imagen nos hace un juego de malabares y nos presenta este pequeño paso como un gran logro hacia la autonomía de los centros, se conoce que podrán contratar con los productores locales y comprar directamente el género.
Este juego de malabares está destinado a aplacar malos humos y hacer un truco de prestidigitación presentándolo como un nuevo modelo de gestión.
Pero el truco es viejo, tan viejo como su orden de comedores que data del año 2000. Viejo porque ya en la vieja orden reconocía , en la exposición de motivos que respetaría la autonomía de los centros definiendo la gestión directa. Es decir que nos presenta algo viejo como algo innovador, algo que el Departamento ha sido incapaz de garantizar y que nos ha producido un daño enorme a la comunidad escolar como es:
- falta de calidad en el género: se ve pescado que viene de Africa.
- falta de asignar adecuadamente los recursos humanos: seguimos con los ratios idénticos al año 2000.
- falta de recursos materiales: hay comedores y cocinas que piden una renovación urgente.
Y sobre todo ha facilitado la actitud corrupta de las empresas de catering con, como resultado, una pérdida de millones de dinero público.
La orden de comedores surge por entender que el servicio de comedor esta tomando una amplitud importante y que alguna forma ha de regularse. En el año 2000 la inversión en este servicio ya supone 27 millones de pesetas, pasando a ser de 35 millones en el año 2002. Hoy hablamos de más de 200 millones.
El número de alumnado no era el de hoy, pero se veía que la conciliación y la necesidad de trabajar iba aumentando el número de comensales.
En ese momento el servicio se priorizaba para alumnos transportados y alumnado becado por su situación familiar.
Esta orden se trabajó con las asociaciones de padres y madres, entendemos que se firmará, por la redacción de exposición de motivos, dejaba claro que los centros podían seguir con su autonomía.
Por otro lado y como personal que atiende los diversos espacios del comedor escolar, todas dependientes del Departamento de Educación ( de forma directa u indirecta) no estuvimos muy de acuerdo con la orden.
No se nos permitió aportar nuestra visión. Entendimos que los centros vieron el cielo abierto por la financiación que se les ofertaba y la toma en cargo del personal contratado por la Ampas, se aligeraba su carga.
En ningún párrafo del texto deja constancia de la participación del personal, ni a la hora de elaborar menús, ni a la hora de hablar de instalaciones, ni siquiera a la hora de creación y participación de la comisión de comedor recogida en el texto… hablamos de un espacio educativo en el que convive alumnado de diversas edades. Un espacio de convivencia donde hay posibilidad de trabajar aspectos de curriculum educativo.
Pero en ningún momento de la negociación ni del texto definitivo de la vieja orden se habla de dignificar las condiciones laborales.
El servicio ha ido creciendo, ha ido suponiendo que se atienda a más alumnado, han ido apareciendo nuevas necesidades como son las dietas por problemas médicos, dietas por credo, aumento de alumnado, con diversas necesidades de atención, etc.
En ningún momento se contempló que necesitáramos adaptarnos a estas nuevas necesidades, no se pensó en una formación, no se pensó en la necesidad de obtener la euskaldunización del personal, no se pensó en la adecuación de ratios… no se pensó más que en reducir gastos para los centros. Fuimos las grandes olvidadas.
Entendemos que la vieja orden, y todos sus derivados, quedan anulados por acción u omisión. Se debe abrir un nuevo ciclo, con nueva normativa. Una nueva normativa que comprenda todo y todos y todas.
Es una oportunidad de oro, no aceptaremos que se quede en un espejismo, en un simple maquillaje de lo que se tiene.
Consideramos que somos parte de este sistema educativo y que nuestra participación ha de ser directa en los diversos espacios de decisión. Que nuestra opinión se oiga y valore.
Un sistema educativo propio, de calidad e integrador ha de ser creado y gestionado por todas aquellas personas que participan en él.
Nuestro objetivo es dar un paso adelante en favor de la construcción de un nuevo modelo.