Siamak Khatami
Politólogo

Oriente Medio y Asia del Sur: ¡¿Turbulencias Eternas?!

Oriente Medio y Asia del Sur son territorios de conflictos que nunca terminan, y rivalidades entre potencias mundiales y regionales que continuamente reaparecen

Oriente Medio y Asia del Sur son regiones donde constantemente han rivalizado por influencia y poder no solo las grandes potencias mundiales, sino que también potencias regionales. Quizá India sea uno de aquellas regiones que se pueda clasificar como democracia, y además se ha mantenido equidistante entre las grandes potencias mundiales. Muchos dirían que Israel es también una democracia, pero eso es verdad solo para los judíos. Pero para ese 21% de la población israelí que es árabe y mayoritariamente de la religión musulmana, vivir en Israel es vivir como ciudadanos de segunda clase, en un país hecho por y para los judíos. Pero incluso dejando al lado los casos de India e Israel, vemos que Oriente Medio y Asia del Sur son territorios de conflictos que nunca terminan, y rivalidades entre Potencias mundiales y regionales que continuamente reaparecen. Y en el futuro próximo, no es probable que ese escenario se modifique. Aquí nos referimos a algunos casos.

Iran: el país donde yo nací. El antiguo Shah era un dictador absolutista de cuyas decisiones dependían el futuro de todo el país –mayoritariamente musulmán Chi'i– pero donde los persas son solo el 50% de la población, con el resto dividido entre turcos azeries, turcomanes, baluches, kurdos, armenios (estos últimos son cristianos ortodoxos), árabes, etc. Con la Revolución de 1978-79, lo único que cambió era que en vez de someterse a la dictadura del antiguo Shah, los iraníes se sometieron a la dictadura de los Ayatolahs. Pero la naturaleza dictatorial del régimen no ha cambiado. Además, las relaciones con los otros países del Oriente Medio y Asia del sur, son o tensas o correctas, pero no cordiales. Todo se reduce a una búsqueda de influencia y poder en aquellos territorios, el caso actual más grave siendo quizá la guerra en Yemen, donde Iran y Arabia Saudi apoyan a grupos rivales bajo sus influencias respectivas. Mientras, 8 millones de yemeníes sufren de hambruna y pueden morir, pero eso no parece importar a ningún otro país para enviar ayuda humanitaria a Yemen, porque ese país no tiene ningún recurso natural como petróleo o gas natural, solo tiene una posición geográfico estratégico en la entrada sur del Mar Rojo.

Egipto: Una república árabe «supuestamente» socialista con un sistema «supuestamente» democrático, –aunque de hecho autoritario– presidencialista con el Islam como religión oficial del Estado, aunque al menos el 20% de los egipcios son cristianos coptos, con su teología basada en las enseñanzas del apóstol Marcos en el siglo primero. Hay continua rivalidad con Libya por supremacía en el norte de Africa, y las relaciones con Sudan y Etiopia también son muy tensas. Las relaciones con Iran tampoco han sido buenas desde la llegada al poder del actual régimen iraní en 1979. Desde el 2014 cuando fue derrocado el Presidente Mohammed Morsi (quien llegó al poder durante la Primavera árabe de 2.011), el presidente de Egipto es Abdelfatah al-Sisi, con casi ninguna probabilidad que pueda ser derrocado en las urnas. Las relaciones con Israel son discretas (los dos países dependen mucho de la ayuda que reciben de los Estados Unidos), y aunque las relaciones con Iran son pacíficas, es una paz "fría", por usar un término prestado de la Guerra Fría. Egipto y Arabia Saudi suelen tener posturas parecidas en los conflictos del Oriente Medio.

Líbano: Tiene un sistema político que aunque garantiza el derecho al cambio del gobierno mediante el voto cada cuatro años, reparte todos los puestos importantes en el sistema político del país según sectas: por ejemplo, el presidente tiene que ser maronita, el primer ministro musulmán suní, el portavoz del parlamento musulmán chi'i, y así hasta cubrir todos los cargos políticos importantes. Líbano sufrió una devastadora guerra civil entre 1975 y 1992. Fue el Acuerdo de Taif (que se negoció en la ciudad saudí de Tsif en 1989) que puso fin a esa guerra. Pero ese acuerdo no cambió aquella particularidad de la política libanesa, lo que significa, de hecho, que los libaneses no tienen la libertad de elegir a los representantes que prefieren, sino que esos representantes les son impuestos por las diferentes sectas que rigen el futuro del país. Las relaciones entre Líbano y Siria continúan tensas por los intentos del régimen sirio de interferir en Líbano; muchos sirios consideran Líbano solo como parte de la «Gran Siria» que fue dividida entre el Reino Unido y Francka después de la Primera Guerra Mundial (el Reino Unido se quedó con Palestina y Jordania, y Francia con Siria y Líbano). Iran también continúa interfiriendo en Líbano; sin embargo, la influencia iraní solo se extiende a los musulmanes chi'ies del sur de Líbano, que también son más pobres de la media del país. El futuro de Líbano queda incierto, y el país parece como un tablero de ajedrez donde potencias extranjeras extienden sus respectivas influencias mediante milicias que esperan controlar, o al menos influenciar.

Arabia Saudi: Es una monarquía basada en una interpretación muy estricta, fundamentalista, del Islam suní. Carece de constitución, con el argumento de que el Qor'an, el libro sagrado del Islam, es suficiente. Arabia Saudi tampoco tiene parlamento, y los partidos políticos y sindicatos están expresamente prohibidos. Es una teocracia y dictadura absoluta. Las libertades de expresión, asociación y reunión tampoco existen si el propósito es criticar al gobierno. También hay discriminación contra las mujeres que no gozan de los mismos derechos que los hombres. Además, las mujeres saudíes solo representan el 5% de la fuerza de trabajo, extremadamente bajo para un grupo que es la mitad de la población; no tienen derecho ni a viajar ni a tener trabajo remunerado, ni recibir educación superior, ni casarse sin permiso de un varón. Las relaciones con Iran son tensas, y Arabia Saudi tiende a imponer su voluntad sobre los países árabes pequeños de la península arábiga.

Yemen: La constitución de Yemen data de 1991, cuando el país se unificó, hasta entonces estaba dividido entre la Republica de Yemen, un país tradicionalista amigo de Arabia Saudi, en el norte, y la República Democrática de Yemen, el único aliado de la antigua URSS en el Oriente Medio (Libia, el otro aliado de la antigua URSS, esta en el norte de Africa, pero no en el Oriente Medio). Su sistema está basado en un Consejo Presidencial con cinco miembros, dirigido por el Presidente. Sin embargo, hay una guerra civil entre los partidarios del gobierno –que es amigo de Arabia Saudi– y los rebeldes hut'ies que son apoyados por Iran. Hay hasta ocho millones de yemeníes que están en peligro de morir de hambre en una población de quizá 24 millones, mientras la guerra en Yemen se utiliza tanto por Iran como por Arabia Saudi para promover sus propios intereses en la región. Y el mundo en general parece haber sido «anestesiado» a la guerra en Yemen, quizá porque aquel país no tiene ningún recurso natural importante como petróleo o gas natural; solo tiene una posición estratégica importante en el sur de la península arábiga y la entrada sur al Mar Rojo. Y no hay ninguna indicación que la guerra en Yemen vaya a terminar pronto.

Irak: Según su Constitución, es una república parlamentaria federal, con el primer ministro como el gobernante del país, y el presidente como una figura simbólica. Su economía depende del petróleo, y las épocas cuando los precios de crudo son bajos, siempre son las más difíciles. La población de Irak se divide entre musulmanes chi'ies (dominantes en el centro y sur) y los musulmanes suníes y kurdos (dominantes en el norte), pero en 60%de la población total del país es chi'i. Ha habido un largo periodo de relaciones difíciles tanto con Turquía como con Iran, por las actividades del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistan, Partie Kargare Kurdistan en kurdo), que quiere una Kurdistan independiente y socialista) que es lo más parecido que hay en el Oriente Medio a la Izquierda abertzale de Euskadi. Pero el gobierno de Irak tiene relaciones cordiales con el régimen de Iran, otro país donde los chi'ies son la mayoría absoluta. Pero el régimen iraní solo utiliza Irak para conseguir sus propios objetivos en el Oriente Medio. Y en el futuro próximo, no parece que esta situación cambie.

Pakistan: Desde su Constitución de 1956, es una República Islámica, la única razón para su existencia, es que los musulmanes que vivían en una parte de India, tuvieran su propio país. Y desde su creación ha tenido repetidos problemas con India, incluyendo tres guerras. Lo que no ha impedido que incluso hoy en día, vivan más musulmanes en India que en Pakistan. Los 220 millones de pakistaníes están entre los más pobres del planeta, con malos sistemas de educación y salud pública, además del hecho de que el poco poder del Estado para recaudar impuestos deja poco margen para gastos sociales de cualquier tipo. Su PIB per cápita en 2021 era 1.321 euros, dejando el país en el número 157 entre los 196 países contabilizados en el ranking mundial. La ayuda que recibe de los Estados Unidos es, en gran medida, ayuda militar, que no hace nada para mejorar las vidas de los pakistaníes. También tiene relaciones amistosas con China, pero este último país no es ningún rival (todavía) para los Estados Unidos en proporcionar ayuda a Pakistan, sus relaciones son amistosas porque los dos son rivales/enemigos de India. Además, Pakistan padece de escandalosos niveles de corrupción, entre los más altos de todo el mundo. Ni siquiera el gobierno estadounidense ve con buenos ojos dar grandiosísimas sumas de dinero para apoyar a Pakistan, pero tiene que «comer su orgullo» hasta cierto punto porque Pakistan tiene armamento nuclear, y los Estados Unidos no quieren arriesgar una guerra nuclear en el sur de Asia.

Afganistan: Un terremoto de magnitudes 6.1 en la escala de Richter en junio de 2022, sacudió la provincia de Jost, en el sureste del país, cerca de la frontera con Pakistan. Esta a unos 150 kilómetros al sur de Kabul, la capital afgana. En 2006, la población de la ciudad de Jost era de 160.000, y la de toda la provincia, algo más de un millón (en una población total afgana de 34 millones, la de Siria, 19 millones; la de Iran, más de 80 millones). Los taliban (el termino "taliban" ya es plural: el singular es «talib»; por tanto, decir «los talibanes» es una equivocación y lo correcto es decir «los taliban») no han tenido otro remedio que pedir ayuda de la Comunidad Internacional. Y dada la gravedad de la situación, recibirán grandísimas sumas de dinero y ayuda material. Pero Afganistan es un país con escandalosos niveles de corrupción, y hay que tener cuidado para que la ayuda internacional no acabe en los bolsillos de los Taliban. De otro lado, es poco probable esperar que algún día, los taliban vayan a moderar su política, empezando por reconocer los derechos de la mujer. En 1996, cuando los taliban llegaron por primera vez al poder, incluso se llevaban bien con los Estados Unidos, porque traían seguridad a Afganistan, aunque a costa de imponer su voluntad con una mano de acero. Fue solo cuando los Taliban empezaron a insistir que querían tratar bien a Osama ben Laden, líder de Al Qaida, como su huésped, que los Estados Unidos empezaron a enemistarse con los taliban. Los taliban de ahora siguen la misma política que en 1.996. Son los Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional que tienen que decidir qué hacer.

Turquía: tiene fama de ser un país moderado y moderno. Pero bajo la presidencia de Recep Tayyip Erdogan (Presidente desde agosto de 2014), el país está girando cada vez más hacia el islamismo. También tiene buenas relaciones con Rusia e interviene en el conflicto entre Azerbaiyan y Armenia. Su política respecto a Iran, es mantener relaciones correctas con aquel país no importando quién esté en el poder. Aunque estos aspectos de la política turca molesten al Occidente, el país sigue democrático y no hay nada que el resto del mundo pueda hacer. Hay que dejar que sean los turcos que decidan el futuro de su país.

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