En octubre de 2006 el Parlamento Europeo aprobó una resolución apoyando los esfuerzos para resolver el conflicto político en el País Vasco. Martin Schulz declaró durante el debate que «el camino hacia el diálogo es la única manera para poner fin a esta espiral de violencia».

Nosotros, los miembros del Parlamento Europeo que firmamos este artículo, hemos estado trabajando en la promoción de un escenario de paz justa y duradera en el País Vasco. Hacemos esto dentro de las instituciones europeas por dos razones principalmente. En primer lugar, porque creemos que la construcción de la paz en el País Vasco contribuye a construir la paz en la UE. Y, segundo, porque al ser este un conflicto que ocurre dentro de las fronteras de la UE, consideramos que la UE puede y debe desempeñar un papel fundamental en la resolución del conflicto en curso.

En octubre de 2011, Kofi Annan, Bertie Ahern, Gro Harlem Brundtland, Jonathan Powell, Gerry Adams y Pierre Joxe impulsaron la Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco celebrada en San Sebastian. En su nombre y en representación de amplios sectores de la comunidad internacional, presentaron una hoja de ruta para la resolución del conflicto. ETA respondió a esta llamada al declarar el fin de su campaña armada tres días después. Desde entonces, este proceso y la hoja de ruta allí presentada han recibido numerosos apoyos, incluyendo entre otros Jimmy Carter, Ban Ki-moon, Bill Clinton, decenas de eurodiputados, así como 13 expresidentes de América del Sur. Estas recomendaciones también llamaban a los gobiernos español y francés a que desempeñaran un papel activo y positivo en el proceso de paz. Sin embargo y por desgracia esto todavía no ha ocurrido.

Por esta razón, damos la bienvenida a la decisión del 21 de octubre de la Corte Europea de Derechos Humanos acerca de la Doctrina 197/2006, sobre el alargamiento de las condenas a presos políticos vascos. Esta doctrina ha dado lugar a graves violaciones de los Derechos Humanos fundamentales.

Según la sentencia, las autoridades españolas, a través de la también denominada Doctrina Parot, han mantenido a más de 50 presos políticos vascos en prisión a pesar de que deberían haber sido liberados hace años.

El cumplimiento del fallo por parte de la judicatura española, y la liberación de los presos afectados por esta doctrina, tiene que ser entendida como una victoria de los Derechos Humanos y como una oportunidad para avanzar en la resolución del conflicto.

El respeto de todos los derechos de los presos debe ser el siguiente paso lógico para seguir avanzando hacia la resolución del conflicto en el País Vasco; el fin de la política de dispersión y el traslado de los presos a prisiones cercanas a sus familias, así como la inmediata liberación de los presos gravemente enfermos son medidas que podrían ser adoptadas por las autoridades españolas aplicando la legislación ordinaria.

Lo que debe prevalecer hoy es la construcción de un espacio político para el diálogo y no el recurso a las medidas habituales por parte de la policía y la justicia.

Es el momento de construir la paz, es el momento de construir un futuro basado en los derechos humanos, la justicia, la verdad y la reparación de todos los que han sufrido a lo largo del conflicto.

En el camino hacia la paz, respetad los derechos de las personas presas.

(*) Firman asimismo este artículo los europarlamentarios Marc Demesmaeker, Catherine Grèze, Ian Hudghton, Iñaki Irazabalbeitia, Marisa Matias, Raül Romeva, Alyn Smith, Alda Sousa, Bart Staes, Nikola Vuljanic, Tatjana Zdanoka, Bo Søndergaard Søren y Helmut Scholz