La propuesta que ELA ha hecho llegar a la Administración es la siguiente: queremos una lista única de aspirantes a la contratación temporal para todas las especialidades, todos los cuerpos docentes y todos los perfiles lingüísticos (castellano, euskara y lenguas extranjeras).

Esa lista funcionaría de un modo similar a como lo hacen las listas de sustituciones de la Comunidad Autónoma Vasca o La Rioja. En ella se ordenaría al personal dependiendo de sus méritos. Junto a cada una de las personas de la lista figurarían su puntuación y todas las especialidades, cuerpos docentes e idiomas que acredite y marque voluntariamente (de modo el/la aspirante sólo trabaje en las aquellas en que esté dispuesto/a a hacerlo y no en todas a las que pueda optar por titulación).

Esta lista única iría unida a una rebaremación anual de modo que el personal pueda actualizar sus méritos y marcar para el curso siguiente las opciones de trabajo que estaría dispuesto/a a aceptar. Y por supuesto, la voluntariedad de elegir plazas de jornadas incompletas.

Aprobar la fase de oposición debería significar la inclusión en listas (al igual que el simple hecho de presentarse y tener la titulación necesaria).

Estas son solo algunas de las ventajas que le vemos a la lista única: se eliminarían las listas preferentes de aprobados sin plaza, pero quienes aprobasen la fase de oposición se incluirían en listas; todos los años, tendríamos la oportunidad de actualizar nuestros méritos y entrar a nuevas listas; dejaríamos de preocuparnos por el lugar que ocupamos en cada lista pues sólo habría una (se acabó eso de ser el 30 de la lista de Infantil PAI y el 800 en la de Infantil a secas); nos llamarían por orden de puntuación y elegiríamos entre las especialidades de las que somos titulares y además hemos dicho que queremos trabajar. En la lista única, nadie con menos méritos que yo se pondría por delante de mí. En definitiva, es la única garantiza que trabajemos en el mejor de los puestos posibles.

A quienes están difundiendo la idea de que sólo queremos que trabaje la gente de euskara, les decimos que son unos hipócritas: callaron cuando el Departamento de Educación se inventó las listas de PAI Infantil y PAI Primaria e incluyó en las mismas a gente sin la titulación de magisterio (primando el conocimiento de inglés sobre la especialidad). ELA ha recurrido en el Contencioso-Administrativo el Decreto Foral 37/2014 que dio carta de legalidad (veremos hasta cuándo) a semejante chapuza, antipedagógica y que además va contra los principios de mérito, capacidad e igualdad. ¿Dónde estaban CCOO, UGT, Anpe, APS y Afapna entonces? En el mismo sitio en que estaban cuando el Gobierno de Navarra quiso exigir el C1 de Inglés para poder presentarse a oposiciones. Esto es, mirando para otro lado.

Es muy fácil hacer calar el mensaje de «los que saben euskara, ahora van a coger también plazas de castellano». Algunas personas euskaldunas lo harán sin duda; por una sencilla razón y es que además de hablar castellano hablan euskara. Pero, ¿cabe en la cabeza de alguien que por acreditar un mérito se te puedan cerrar otras puertas?

Seguiremos defendiendo nuestra propuesta.