Juanjo Díez y Luis Alonso
Gogoan Sestao Elkartea

Se cumplen 85 años de los bombardeos sobre Sestao

Un total de 35 vecinos y vecinas de Sestao perdieron la vida en aquella fatal sucesión de bombardeos.

En el archivo del Estado Mayor de la Aeronáutica Militar Italiana, sito en Roma, está depositada una fotografía que posee un extraordinario valor. Se trata de una concatenación de siete instantáneas tomadas desde un avión que muestran la ría del Ibaizabal desde Etxebarri hasta su desembocadura en Santurtzi. En esa fotografía, posiblemente la de mayor magnitud realizada sobre Bizkaia hasta ese momento, la leyenda está en alemán, en grandes letras sobre ella aparece la palabra Bilbao, y está fechada el 20 de diciembre de 1936. Es muy probable que fuera la fuerza aérea alemana, la Luftwaffe, quien realizara el fotomontaje, la leyenda lo demuestra y es conocida la capacidad tecnológica y logística que poseía el ejército del aire alemán desde 1935. En la amplia imagen vienen señalados, con líneas rojas y numerados, un total de catorce objetivos. Llama la atención que el objetivo de mayor tamaño sea el pueblo de Sestao, delimitado en toda su extensión. En alemán solamente aparecen cuatro textos: uno que señala una planta de energía en Burceña, un segundo texto que indica una refinería en el otro lado de la ría, en Luchana, un tercero que marca Algorta como área internacional, y en la leyenda que figura sobre Sestao se lee lo siguiente: fabricación de artillería, municiones, vehículos blindados, tanques.

La información sobre el resto de los objetivos viene en una libreta escrita en italiano, que acompaña a la fotografía, y en la que se señalan un cuartel, una estación de radio, y diversas fábricas de armamento. En el número 3, que es como está marcado Sestao, se dice escuetamente: Fábrica de carros blindados y granadas. Con todo ello, estos documentos demuestran la importancia militar que tenía para el ejército sublevado el pueblo de Sestao. Efectivamente, en las empresas asentadas en las riberas del Ibaizabal y el Galindo se fabricaba armamento para dotar de capacidad bélica al ejército de la República. En la Sociedad Española de Construcción Naval, además de piezas de artillería y munición para morteros, se construyeron dos modelos de carro blindado, el camión blindado Bilbao y el carro de combate Trubia Naval, aunque su producción total fue relativamente escasa; en el caso del Bilbao se produjeron 50 unidades en el periodo 1932-36, y en cuanto al Trubia, un vehículo de blindaje superior y doble ametralladora, movido por un dispositivo de tracción de oruga, se realizaron un máximo de 20 unidades.

La profusión de acciones de bombardeo sobre Sestao está, por lo tanto, justificada desde un punto de vista bélico, en tanto que constituía el principal centro republicano de producción de armamento en el frente de norte. Con los datos que cuenta el equipo de investigación de Gogoan, podemos cifrar en 14 los bombardeos que sufrió nuestro pueblo entre setiembre de 1936 y junio de 1937. En seis de aquellos bombardeos se vio afectada la industria pesada del municipio. El primero aconteció el 25 de setiembre de 1936. Tenemos constancia del mismo por el informe que la sección de Obras presentó en el pleno municipal del 2 de octubre, en el cual se emite dictamen... en relación con los desperfectos habidos en algunas casas de la calle de Rivas de este Concejo, a causa del salvaje bombardeo llevado a cabo por los elementos facciosos en esta zona... La calle Rivas era una de las arterias principales del Sestao de la época, y limitaba con las empresas asentadas tanto en la vega del Ibaizabal como en la del Galindo. En ese escrito se describe como las casas comprendidas entre los números 60 y 78 presentaban desperfectos de diversa consideración, y se recomienda en el mismo el desalojo de dos de ellas, por los daños apreciados en las fachadas, y el apuntalamiento de las mismas. No se produjeron víctimas y las fábricas no recibieron ningún impacto. Fue, siguiendo la tipología desarrollada por el historiador Xabier Irujo sobre los bombardeos que soportó Bizkaia durante la Guerra Civil, un bombardeo de terror, dirigido a destruir la moral del enemigo y provocar su rendición.

La siguiente acción de bombardeo sobre las factorías de Sestao tuvo, sin embargo, carácter estratégico. A las tres y cuarenta de la tarde del día 3 de enero de 1937 doce aviones de bombardeo lanzaron un total aproximado de cincuenta bombas explosivas e incendiarias sobre la zona industrial y las calles aledañas. El bombardeo tuvo una precisión quirúrgica, puesto que no fueron destruidos los medios de producción de las fábricas armamentísticas. Fueron afectadas levemente las tuberías de los lavaderos de gas de Altos Hornos y el tren de fleje número dos, que no sufrió daños; sobre la Constructora Naval solamente impactó un proyectil que no llegó a explosionar; en La Vizcaya las bombas desmantelaron las cubiertas de los pabellones destinados a oficinas y en La Aurrera un artefacto produjo leves desperfectos en la nave de fundición de metales y otro cayó en las inmediaciones de un horno sin tocarlo, cayendo una tercera bomba sobre el botiquín de la factoría. La prensa de aquellos días, que describió ampliamente el bombardeo, habla de más de 34 socavones de gran tamaño producidos por las bombas en las calles adyacentes al complejo industrial. No se registraron víctimas mortales, posiblemente porque aquel 3 de enero era domingo y las fábricas se encontraban con muy poco personal. Fue, volviendo a la tipología citada, un bombardeo estratégico, contra objetivos de interés militar situados lejos de las zonas de combate.

Las sirenas continuaron sonando en Sestao de manera ininterrumpida hasta la caída del municipio el 22 de junio. Se produjeron acciones de bombardeo el 27 de enero, y los días 6, 13, 15, 22, 23 y 29 de abril. En el del día 13 de ese mes de abril dos aparatos de bombardeo protegidos por varios cazas arrojaron de doce a catorce bombas sobre la industria pesada de Sestao. Un obrero, Gregorio de las Rozas, de 55 años, vecino de Sestao y padre de seis hijos, fallecía en La Vizcaya como consecuencia de las bombas lanzadas contra la factoría, que, al igual que en el ataque del 3 de enero, no sufrió daños de consideración. Dos días después, el 15, se repetía el ataque con el mismo trágico desenlace. Un trabajador de La Vizcaya moría como consecuencia del bombardeo que, de manera precisa, efectuó una escuadrilla de bombarderos y cazas sobre la una y veinte del mediodía. El día 23 de aquel fatídico abril volvieron los aviones enemigos a bombardear de modo selectivo la industria pesada de Sestao, esto es, sin pretender la destrucción completa de las fábricas. En el número del diario Euzkadi del día 24 se narra, de manera escueta, que la aviación sublevada lanzó varias bombas en terrenos contiguos a las factorías de la Bizkaya, la Naval y la Delta..., esta última situada en Leioa... causando desperfectos de poca importancia.

En el mes de mayo de aquel luctuoso año de 1937 Sestao soportó dos acciones de bombardeo. La primera el día 12 sobre los barcos fondeados en la dársena de la Benedicta, muriendo en el ataque uno de los marineros enrolados en aquellos buques. La segunda tuvo lugar el 23 de mayo y fue el bombardeo más violento de todos los registrados hasta la fecha. Cuatro bombarderos-torpederos modelo SM79 de la Aviación Legionaria Italiana atravesaron Sestao de norte a sur y lanzaron 48 bombas de 50 kilogramos sobre los barrios obreros. Murieron el mismo día del ataque 22 personas, entre ellas seis niños, y más de 80 resultaron heridas. Tres vecinos más morirían en los días posteriores debido a las lesiones sufridas durante el bombardeo.

Este macabro ciclo de ataques aéreos terminó el 18 de junio, cuando prácticamente Bizkaia estaba derrotada. Tres días antes, el 15, volvieron a caer las bombas sobre la industria fabril, con leve afectación y sin causar muertes. Un total de 35 vecinos y vecinas de Sestao perdieron la vida en aquella fatal sucesión de bombardeos. Por eso, cuando se cumplen 85 años de aquellos dramáticos sucesos, desde Gogoan Sestao Elkartea queremos recordar a todas aquellas víctimas y ofrecer para ellas nuestro más sentido homenaje. Porque Sestao es un pueblo con memoria.

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