Iulen Lizaso Aldalur

¿Se puede apagar la vida?

Leer el artículo de la directora de estudios en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) en Paris y profesora de sociología en Universidad Hebrea de Jerusalén, confirma que, anterior a cada crisis, se da un exceso de algún factor primordial causante, y una vez metidos en ella, ese mismo factor se muestra deficitario con consecuencia de notable pérdida de calidad de vida.

En esta multicrisis, una de sus causas cabría deducirla, desde el gran alcance del confinamiento forzado, con ausencia de relación social y actividad industrial como consecuencias. No se trata de enunciar un nuevo axioma, pero al objeto de evitar una recidiva a corto plazo, nos sería útil señalar el factor corregible causante, al observar consecuencias en la salud emocional y socioeconomía global... y saber en que nos estábamos pasando.

Poco falta para que la curva perturbación socioeconómica/tiempo, cruce la horizontal y comience su ciclo ascendente. No de economía ascendente, sino de economía coherente con la nueva realidad, y que nada debería tener que ver con lo conocido como la causa que nos ha traído a lo que hoy sufrimos.

A pesar de la premura, observo que los medios siguen ocupando todo su espacio con la retransmisión en directo y al minuto. Como si el estar al día de la estadística de la fatalidad redundase en beneficio del ánimo y salud global de la ciudadanía... cuando es lo contrario.

¿Qué traman con semejante bombardeo mediático? Tanta inyección de miedo y mentira... ¿con qué pretensión? Pudieran estar operando desde intereses inconfesables a sabiendas que ha llegado la hora del planeta.

Lo propio por el hecho de censurar aportes ciudadanos a favor de elevar el ánimo, en unos momentos que la vida parece apagada, y se necesita más que nunca de ellos, al objeto de rediseñar una nueva economía postpandemia, en función de un diagnóstico de causas –no solo las extraídas por los expertos– acordadas por consenso social, tras debatirlas en foros diversos.

Ya se debería estar hablando del nuevo ciclo socioeconómico; no de vida sino de supervivencia. Pienso que no se atreven a mencionar viejos mantras como el crecimiento sostenido, aunque el lehendakari Urkullu, ha probado dejar caer una nueva partida económica para el TAV, a pesar del clamor social, y que el Ararteko si lo ha oído, y pedido priorizar el gasto en: «Repensar el modelo de residencias de nuestros ancianos porque en algunas el lucro es importante».

Nuestro lehendakari parece ignorar que la economía vasca ha «enfermado» y toca cancelar las «reservas» y deshacer maletas. Que el dinero a gastar para ese dispendio, lo debe priorizar a inversiones para dignificar la vida de las personas, muy por encima de gastar en mejorar lo excelente que ya tenemos.

Sr. Urkullu, en las próximas elecciones que anuncia para julio, volverá a ganar y legitimarse como lehendakari a través de un sistema electoral en que se dirime por, una persona un voto... y eso es todo. ¿Es lo que usted entiende por democracia? ¿y las ILP? También el Sr. Trump así lo entiende y se legitima como usted cuando dice: «Para qué una dictadura... si ya tenemos a los medios».

A la vista del aluvión de reclamaciones y petición de investigaciones a quienes son responsables del déficit estructural sanitario, asistencial y residencial que a través del Covid-19 se ha destapado como la punta de un iceberg y que en la Comunidad de Madrid ya se fiscaliza... le ha entrado la prisa electoral.

En España hay 5.457 residencias de ancianos. Siendo el 76% de titularidad privada, destaca Madrid con un 88%. Regentadas por sociedades mercantiles mayormente dedicada a la obra pública y actividades especulativo-financieras. Hoy el 23% del sector residencial español, ha pasado a manos de fondos buitres extranjeros, habituales socios de gobernantes corruptos en tramas inmobiliarias y residenciales, sin tener ninguna experiencia en el sector ni destacar por su sensibilidad humanitaria, con alguna de hasta un millón de beneficio anual... subvencionada al 75% con dinero público.

Estos excesos externalizadores y problemas que conllevan, como el derivado de tantos meses de paros y reivindicaciones que se vienen dando en Gipuzkoa, se agudizaron a partir de 2012. Recortes en Sanidad, al disminuir el ratio camas por 100.000 habitantes, han dejado a descubierto en Euskadi que seguimos lejos de la media UE... aunque la prensa afín no le de por gráficos en colores.

Por lo que se viene destapando de manera natural y nos ayudan a discernir en el sentido del voto, pido al lehendakari que sea valiente y honesto, al permitir a sindicatos y dotar al Ararteko de un equipo auditor para todas las residencias y servicios privatizados de asistencia domiciliaria a mayores con dependencia. También, que no malgaste dinero público al adelantar comicios que solo a él le interesa. Y sepa, que esa vieja práctica del uso de dinero público para interés privado es lo que ha agudizado esta crisis por carencias de estructura sanitaria

Privilegiarse a sí mismo y que los ciudadanos se lo tomen con naturalidad y la oposición con total neutralidad, son una grave deformación democrática. Siendo que de todo lo que manejan, no luce tanto, da a pensar que, manejos especulativos de servicios básicos que van a manos privadas con ánimo de lucro, provocan deficiencias asistenciales y tensiones laborales, al primar la reducción de gasto a costa del reparto de beneficios. Grave perjuicio a quienes en una década han esquilmado de la hucha de pensiones –la misma cantidad que regalado para rescate a la banca– al pasar de 67.000 a 1.400 millones.

Evitar recaer en lo que nos ha llevado a esta multicrisis, exige empoderarse la ciudadanía a través de ILPs; su participación activa se hace mas necesaria que nunca. Pero con unos medios que por su censura nos tienen eternamente confinados, y hoy con mas razón, solo escuchamos el ruido mediático, del poder político, militar, y el silencio atribulado de un planeta... que llora y llora.

¿Que ocurre hoy en el interior de muchos hogares? De lo que pudiera ser, no quiero trazar ni una sola imagen mental, porque me echaría también a llorar. por tantos niños y ancianos... muy en particular por todas esas mujeres y niñas, que hasta esta fijación mediática de hoy con el confinamiento, eran noticia diaria en las crónicas negras de nuestra prensa... ¿y el abuso policial?

Esto le duele al planeta mas que toda la contaminación por tierra, mar y aire.

Eva Illouz menciona a Michel Foucault, para destacar la salud, como epicentro del moderno arte de gobernar por un estado que administra, vigila y controla a la población, a través de la medicina y la salud mental: el biopoder... en simbiosis perfecta: medios-mentira globalizada / estados-miedo mediatizado.

«El engaño del neoliberalismo debe ser denunciado. La era en que cada actor económico está ahí únicamente para acumular oro en sus bolsillos debe terminar. El interés público debe pasar al frente en las políticas públicas y las empresas contribuir a este bien público, si quieren que el mercado siga siendo al menos un marco para las actividades económicas, pues el mundo al ser irrevocablemente interdependiente, solo una respuesta de este tipo puede ayudarnos a hacer frente a la próxima crisis».

Corolario a su anhelo a favor de una convivencia global digna: «Es posible que la comunidad empresarial de todo el mundo finalmente se dé cuenta de que para poder explotarlo, es necesario que exista un mundo»... con salud.

La lúcida verdad de una profesora que vino a decir que, así como no podemos apagar la oscuridad, tampoco tratar de deslumbrar a la vida con tecnologías que van contra ella. Lo apagado para «ciegos» y lo deslumbrante para necios.

Recrear la existencia a cada instante, es tarea para la que nacimos los seres humanos. Evolucionar en cada nueva verdad naciente, para así ir pasando al olvido la mentira, ya que es segunda, pues nació posterior a la humanidad.

Hoy cuando el planeta nos anuncia su primavera, viene a recordarnos que, va renaciendo aquel principio... en que solo existía su verdad primera.

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