Elias Anton Murgiondo

Sin memoria histórica

Los acontecimientos suceden a partir de actuaciones grupales y también individuales; ocurren con tropiezos en la misma piedra y a partir de olvidar las referencias históricas que han supuesto enseñanzas y lecciones que nunca debieran ser olvidadas. Es así que la radiografía de las agrupaciones políticas se disfraza y se intenta modelar algunas y manipular y denostar a otras, según el poder y la capacidad para el engaño y la mentira. Todo ello tiene un coste difícil de justificar, pues cuando se olvida el origen de algunos sectores políticos y sus objetivos y alianzas, con sus ofertas nada democráticas y manipulando sobre el pretendido futuro en base a planteamientos fraudulentos y unidades interesadas, concurren intereses nada limpios y sí intereses espurios.

Está ocurriendo en nuestra Euskal Herria (también en España) a partir de unas elecciones locales y autonómicas que nos permiten contemplar actitudes embusteras y difamatorias por parte de casi todos los grupos políticos contra EH Bildu. El argumentario es coincidente: «el pasado histórico de la militancia abertzale...». Si el juego es ese, es decir, si el juego democrático tiene un filtro tan sensible (después de haber demostrado que EH Bildu agrupa diversas siglas y objetivos comunes desarrollando una política activa en materia democrática y de progreso, perfectamente comprobable, sin ningún tipo de corrupción ni latrocinio social y sí defendiendo a las clases más desfavorecidas y castigadas socialmente), ¿qué habría que plantear sobre el conjunto del resto de los partidos mayoritarios de la España monárquica y de la propia Euskal Herria? Pues vamos a ello, sin trampa ni cartón, para agitar la historia y las mentes de quienes defienden con sus votos a esta caterva de «limpios» que conllevan graves responsabilidades en el deambular político. Todo ello a partir del éxito que tan mal están digiriendo los enemigos de EH Bildu; ha sido todo un sopapo a modo de «boomerang» en las caras de los representantes del PP, Vox, PSOE, PNV y algún otro desaparecido... La memoria histórica está ahí y en ella se encuentran inclusos todos estos partidos difamantes y embusteros.

El PP es un partido político de origen franquista. Defiende el franquismo sin ningún tipo de vergüenza y sus objetivos son absolutamente dictatoriales. Defiende a las clases opulentas y a la banca y la explotación. Es el partido más corrupto de Europa y sus representantes máximos han sido juzgados y condenados (también absueltos) por llevarse el dinero público sin ningún tipo de cortapisa. Su pasado criminal pretenden que se olvide, pero las cunetas y las fosas siguen ahí, sin abrir después de más de ochenta años. Esta cuadrilla de forajidos y con un pasado criminal y antidemocrático pretenden acusar a otros de hechos que ellos disimulan sin ningún tipo de arrepentimiento y se justifican con: «la guerra de los abuelos...». La infamia del «Valle de los Caídos» (Cuelgamuros), demuestra su filosofía del pasado, donde chapotean y han chapoteado durante largo tiempo, con un poder judicial inalterado y ultraconservador. Ni se arrepienten ni se arrepentirán, porque son fascistas y defensores de un sistema dictatorial y antiobrero. Resulta difícil de comprender que haya trabajadores que les voten y que se crean sus mentiras. De pedir perdón a su España, nada de nada..., lo pasado..., los cientos de miles de muertos no suponen un demérito y ellos pueden acusar a los demás por haber osado levantarse contra Franco y sus compañeros de torturas y asesinatos.

De Vox no hay mucho que decir, pues vienen del PP, solo que un poco más fachas, tirando a nazifascistas y como decía un amigo: «el hijo de culebra culebrín...». Tiene su clientela fija y siempre estarán ahí, terraplanistas y negacionistas puros, con negocio nuevo y maneras para vivir sin trabajar y denostar al contrario con amenazas graves y antidemocráticas.

Del PSOE también se puede hablar, pues su pasado no lejano está contaminado gravemente, donde la «limpieza democrática» hace aguas a babor y estribor. Ahí, Chivite y Andueza ocultan la creación del GAL y sus asesinatos, donde el Sr. X propuso y dispuso (financiando con dinero público de los «fondos reservados) desde un «Estado democrático» las actividades de un grupo parapolicial plagado de mercenarios que mataron tanto a militantes de ETA como a personas ajenas a dicha organización. Crimenes con responsabilidad política que se callan y ocultan eludiendo responsabilidades que sí se argumentan contra EH Bildu. Lo que se achaca a la izquierda abertzale se oculta para intentar olvidar responsabilidades propias y la «desmemoria» se utiliza para atizar a quien más fácil resulta en momentos de crecimiento soberanista. Asiron debiera ser el próximo alcalde de Iruñea.

Ahora le toca al PNV, partido que ve como se mueven los sillones y el porvenir amenaza cambios. Ya lo comentaba en anteriores aportaciones, cuando intuía el sorpasso del soberanismo sobre el autonomismo. Con Gasteiz, Donostia e Iruñea se conjura la unidad entre el unionismo monárquico español y el regionalismo autonomista vasco y con el voto «gratis et amore» del PP para impedir que se cumplan los deseos de los votantes. Los pactos entre diferentes son legítimos, pero también explican las líneas políticas y los intereses de los pactantes. Es así que Ortuzar ha decidido coger la azada y cavar en derredor suyo para hacer un gran agujero donde enterrar a su partido. Se quitan el antifaz y sus votantes se están dando cuenta y no permiten más engaños. El PP le ha pedido también los votos prestados. El miedo a EH Bildu le conduce al abrazo con el PSOE, para mantener parte del poder que consideraban propio e incuestionable. Escuchando sus argumentos para justificar el pacto con el unionismo monárquico y el intento de arrebatar alcaldías y diputación de Gipuzkoa como intento de ocultar su retroceso, constata el rumbo cada vez más autonomista, donde la «comodidad en España» se afianzará con los votos necesarios del PP en Donostia y Gasteiz. Tanto hablar de democracia y aberria, para terminar quitando al grito liberador la palabra «askatuta» del «gora Euskadi». Ni independentismo ni nada que se le parezca, todo por la pasta y los sillones, defendiendo los intereses de clase sin ningún tipo de pudor y al margen de los intereses populares. El viento sopla a favor de la izquierda abertzale y cada vez más gente se une a este «frente amplio» que supone EH Bildu, pues van comprobando que no existe corrupción y dicen lo que hacen con claridad y hacen lo que dicen. Por ello apoyan desde diferentes posiciones a las personas que representan a la izquierda abertzale y no entiende los enjuagues que se pretenden realizar. No importa demasiado lo que terminen haciendo con sus unidades antinatura, pues la nueva era ya ha comenzado y en Euskal Herria se ha dado un paso de gigante: ellos lo saben. El combinado PRV, PSOE y PP resulta difícil de digerir y el tiempo juzgará a sus degustadores. A partir de julio volverán a llamar a la puerta. Gora herria!

Euskal preso politiko eta iheslariak etxera!

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