Subrogación: en el Onkologikoa... y en el resto de servicios privatizados
Durante años, hemos escuchado a las administraciones públicas erre que erre justificando las privatizaciones de los servicios públicos como algo inevitable, argumentando que si el sector público es ineficaz, que si hay falta de recursos... y lo han repetido como un mantra, mientras privatizaban áreas clave como la limpieza, el mantenimiento o los servicios informáticos. Esta tendencia privatizadora se ha dejado sentir con especial virulencia en Osakidetza, donde la privatización de servicios vitales como el de las ambulancias ha afectado directamente a la ciudadanía y también a las lamentables condiciones laborales de su personal.
Ahora el Departamento de Salud ha dado un giro inesperado. El futuro decreto sobre la integración del centro sanitario Onkologikoa en la Administración Pública ha abierto una puerta que estaba cerrada a cal y canto. Este decreto establece que el personal de Onkologikoa será subrogado por Osakidetza con todos los derechos laborales, sin perder sus condiciones laborales previas. ¡Después de haber negado insistentemente que fuese posible! Este giro nos demuestra lo que veníamos diciendo desde hace tiempo: si hay voluntad política, subrogar al personal de las subcontratas es posible. Y si se puede hacer con Onkologikoa, también con el transporte sanitario o con la limpieza de hospitales.
Evidentemente, este es un proceso excepcional de acceso al empleo público, por lo que el personal que pase a desarrollar su trabajo en la administración no podrá promocionar como lo puede hacer el resto del personal público. Es decir, se tratará de una foto fija durante toda la vida laboral de dichas personas, por lo que, si desean acceder a cualquier otra plaza, estarán obligadas a presentarse a la OPE correspondiente. De igual manera y al objeto de evitar enchufismo y fraude, el personal que tenga derecho a ser subrogado será única y exclusivamente el que presta de manera directa el servicio; quedando fuera de este proceso el personal de gestión de la empresa subcontratada.
Desde ESK aplaudimos este cambio. Esta decisión pone de manifiesto que la única barrera real para la publificación de los servicios privatizados es la falta de decisión política. Pero ahora ya no hay excusas. El Departamento de Salud ha marcado el camino, y con ello se ha demostrado que el proceso de reversión de los servicios privatizados es una cuestión de voluntad. Por todo esto, desde ESK animamos al Departamento de Salud a comenzar la reversión de todos aquellos servicios gestionados por empresas privadas en Osakidetza, especialmente aquellos con tasas alarmantes de precarización y falta de respuesta ante las necesidades de la ciudadanía. Las privatizaciones no solo afectan a los derechos laborales de las plantillas, sino que también repercuten negativamente en la calidad del servicio que recibe la ciudadanía.
El momento es ahora. El camino hacia la publificación de los servicios privatizados ya ha comenzado, y la administración tiene la herramienta. Solo falta que se decidan a dar el siguiente paso.