«También nos robaron el fútbol» , esta afirmación de Ángel Cappa me ha hecho reflexionar sobre lo que a mi parecer fue el fútbol, en que lo han convertido y el camino que debería transitar para volver a ser lo que era.

Remontándonos al siglo pasado, comprobamos cómo pensadores como Sartre, Camus o Gramsci alababan los valores que transmitía el fútbol. Como decía Cappa en un interesante artículo publicado en la web "La área", «Hasta los años sesenta del siglo pasado, aproximadamente, el fútbol tenía valores tan importantes que hasta pensadores como Camus, que fue jugador también, se animó a decir que todo lo que sabía de la moral y de las obligaciones de los hombres se lo debía al fútbol, o intelectuales comunistas como Antonio Gramsci, quien definió este deporte como el reino de la lealtad al aire libre.

Ese fútbol que nos robaron, se ha convertido en una empresa que solo se guía por la lógica comercial. Hoy en día algunos magnates y las televisiones son los que mandan. Precios de entradas desorbitados, horarios intempestivos y casi diarios, cuyo único objetivo es alejar a la gente de los estadios y acercarla a las televisiones y anunciantes.

Además de todo eso, hoy en plena crisis por la Covid-19, los mandamases del fútbol quieren seguir con el negocio como sea. Sin ningún rubor, anuncian que los jugadores pasarán más controles que cualquier trabajadora que está luchando en primera línea contra la pandemia. Vergonzoso. Solo miran por sus intereses.

El fútbol está desorbitado,las cifras que se manejan por traspasos y fichas de jugadores son contrarias a la moral.

Tenemos que recuperar el fútbol,sus valores, la solidaridad el trabajo en equipo el respeto al contrario y al compañero... no lo podemos dejar en manos de esos mangantes.

Los clubs deben de volver a pertenecer a sus socios y a la comunidad. Los precios tienen que ser más populares, los clubs solo deberían aceptar publicidad de empresas que respeten los derechos humanos y el planeta. Es necesario un tope salarial lógico y equitativo al fútbol masculino y femenino...

En esta situación de crisis que estamos viviendo, en la que muchos se han quedado sin trabajo y con un porvenir incierto no podemos aceptar que se estén planteando diferentes opciones para acabar las competiciones. Ese dinero debería ir a paliar las consecuencias de esta situación.

Como dice Cappa, «El fútbol que era nuestro es ahora de ellos, que ni lo respetan, ni lo quieren; solo lo usan para su beneficio y lo vacían de identidad». Recuperémoslo , impulsemos sus valores y disfrutemos con nuestros equipos.