Jokin Revilla González e Itziar Fernández Mendizabal
Pertenecientes a Ongi Etorri Errefuxiatuak

Una magnolia frondosa

En este aniversario de dos años de camino, en OEE queremos reflexionar, marcar aciertos, reconocer deficiencias y hacer planes de futuro. Dedicaremos todo el día 21 de abril, a concretar nuestros objetivos y acciones. Queremos que todas las personas que formamos OEE nos conozcamos mejor y cuidarnos, para ser más eficaces.

La plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak Bizkaia acaba de cumplir dos años y, quienes la componemos, hemos pensado que es un buen momento para pararnos a reflexionar sobre sus objetivos, su organización y sus acciones. En este tiempo hemos experimentado de todo. Ha habido personas de otras ONGs, veteranas en estas luchas, que afirman «el nacimiento de OEE es una de las mejores noticias de los últimos años», lo que nos incentiva. Pero también nos hace conscientes de que, a veces, nos desorientamos, la realidad nos lleva a actuar con urgencia, con prisas que no siempre son eficaces, lo que nos puede llevar a no coordinar las acciones con otros agentes sociales que trabajan en nuestro mismo campo.

No obstante, pensamos que el esfuerzo de la plataforma en su conjunto ha obtenido frutos claros. Hemos explicado por todos los rincones de Bizkaia la ocultada realidad de las migraciones forzosas y de la negación de los derechos humanos a las personas migrantes y refugiadas. Hemos denunciado las hipócritas políticas de la Unión Europea y el incumplimiento continuado de sus propias leyes para con estas personas. Hemos desvelado como Europa, con el Estado español a la cabeza, ha pasado de levantar muros y vallas fronterizas a criminalizar a las personas defensoras de derechos humanos que dedican su vida a rescatar a personas desplazadas forzosas: Helena Maleno, Jose Palazón o la gente del barco de Open Arms… Hemos denunciado hasta la saciedad que la UE financia espléndidamente, con nuestros impuestos, a gobiernos totalitarios –Turquía– y a bandas armadas de Libia, para evitar que las víctimas de sus saqueos económicos o sus guerras lleguen hasta aquí… aunque sea al precio de que mueran o convertirlas en esclavas.

Y sí, el Gobierno español es uno de los más aplicados alumnos en esta política criminal. Tenía ya muros con alambradas y concertinas en Ceuta y Melilla, cuando en Europa aún no se estilaban. Ahora el resto de países –algunos con gobiernos fascistas– se suman a esta «moda», y los herederos de Franco, dan clases de «democracia fronteriza» a toda Europa, que agradece los esfuerzos de su eficiente policía sureña.

Y ¿qué decir del Gobierno Vasco, las Diputaciones Forales y algunos Ayuntamientos?... Pues que tras casi 40 años de "autogobierno" –muchos en coalición o apoyo netamente a fuerzas con "visión de Estado"– siguen insistiendo en que faltan por transferirse más de 30 competencias que están en el estatuto de Autonomía de la CAE, y ahí están, en el regateo. Pero lo que, para nosotras está claro, es que el drama de las personas migrantes y refugiadas no está en sus prioridades a la hora de negociar con sus socios preferentes del PP. Por ello, a día de hoy, no está en su agenda de prioridades este silenciado genocidio. Hablan del "corredor humanitario de San Egidio" o de lo que invierten en recursos de acogida… pero quienes estamos en el día a día no vemos resultados reales. Vemos que no hay plazas suficientes, siquiera para las pocas personas que llegan a esta comunidad, y que, sin embargo, en entidades o empresas en las que tienen "mano" invierten en levantar muros, como el del Puerto de Bilbao, o subvencionar a empresas de alta tecnología y punteras en el negocio de fabricar armas, que van directamente a asesinar a personas en diferentes guerras.

Por ello, en este aniversario de dos años de camino, en OEE queremos reflexionar, marcar aciertos, reconocer deficiencias y hacer planes de futuro. Dedicaremos todo el día 21 de abril, a concretar nuestros objetivos y acciones. Queremos que todas las personas que formamos OEE nos conozcamos mejor y cuidarnos, para ser más eficaces. Pensamos que esto es algo básico en una plataforma ciudadana donde la pluralidad es su mayor riqueza. Convivimos gentes de muchas familias políticas y sindicales, de movimientos sociales y ONGs de todo tipo. Personas diferentes, personas y grupos con cultura y opciones políticas diversas. Quienes participamos solo nos representamos a nosotras mismas. Lamentablemente, esto en Euskal Herria no es muy frecuente.

La apuesta es grande. Si podemos elegir una metáfora, queremos parecernos a un árbol, la magnolia. Además de ser bella, tiene raíces potentes, copa frondosa, hojas brillantes y perennes, y unas hermosas flores blancas. Y, aunque de crecimiento lento, tiene propiedades medicinales. Así queremos que sea OEE y sus organizaciones hermanas, en todo EH, de norte a sur.

Queremos arraigar magnolias, alimentados por el trabajo diario de todas las personas que consideran que nada humano les es ajeno. Personas que se niegan a aceptar que otras puedan ser "ilegales". Personas con memoria que recuerdan que, alguna vez, todas hemos sido emigrantes. Personas que saben que la solidaridad y la justicia no la van a traer las empresas transnacionales que saquean otros continentes, ni quienes explotan aquí a colectivos como mujeres, pensionistas, desempleadas, personas sin casa o sin recursos… sean estas nativas o migrantes.

Esta magnolia, bien abonada con la solidaridad y regada con el cariño, ya está dando alguna flor muy hermosa: Las caravanas a Grecia y la Frontera Sur, y dentro de unos días la de Euskal Herria "Mugak Zabalduz"; las comisiones de "Harrera/Acogida", "la guerra empieza aquí", y el trabajo casi invisible, salvo por el amarillo de las banderolas, pero diario de charlas, movilizaciones de todo tipo, actos múltiples en pueblos y barrios, colaboración con otras entidades o coordinadoras… Flores, no siempre grandes, pero que ayudan a mejorar la vida de todas las personas más vulnerables, en nuestros  pueblos y barrios. La magnolia no puede vivir sin las miles de hojas que le alimentan. Así, OEE no podría vivir sin los cientos de personas que cada día luchan por una sociedad igualitaria y multicultural, más justa.

Y en esta tarea no hay secretos, porque todo está ya inventado. Terminamos esta reflexión recordando que quienes vivimos aquí trabajando porque no haya ningún tipo de discriminación somos imprescindibles. Sólo sobran quienes se sirven del feroz capitalismo heteropatriarcal, que alimenta una guerra entre pobres. ¡No lo permitamos! Unámonos quienes queremos otro mundo mejor y llevemos a quienes alimentan este sistema, con sus transnacionales, falta de respeto al planeta, machismo, capitalismo… al desván de la Historia. Lo tienen bien merecido, por contribuir en lograr un mundo injusto y desigual. Mientras tanto, esforcémonos por construir una sociedad de verdad, justa y alegre, en la que su máxima sea "todos los derechos para todas las personas" de modo que todas tengamos lo necesario para vivir en armonía con la Naturaleza y con el resto de personas que nos rodean, sean del origen o del color que sean.

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