Acabo de salir de una reunión muy dura. La verdad es que no me lo esperaba y al salir lo único que me apetece es escribir unas pocas líneas sobre ello. Tenemos muchos frentes abiertos, acabar las alegaciones al nuevo PGOU, el pleno de la semana que viene, el proceso congresual de EH Bildu ya en marcha... pero necesito estas pocas líneas, creo que de autoterapía.

Hoy teníamos una reunión con la representación de los trabajadores/as subcontratados/as del SKA, que es el organismo del Ayuntamiento de Santurtzi que «gestiona y dinamiza la cultura». Se trata de las seis trabajadoras que se encargan de una de las partes más importantes de este organismo autónomo, que es el cine y teatro público municipal. Los seis trabajadores que llevan más de veinte años rompiéndose la cara para sacar adelante un servicio público del que en Santurtzi siempre hemos estado muy orgullosos. Yo, como mucha gente en Santurtzi, durante años hemos preferido ver más tarde una película de estreno para poder verla sin salir del pueblo. Yo, como mucha gente en Santurtzi, hemos descubierto la opera o la danza en el SKA, a unos precios impensables en cualquier otro sitio.

La cuestión es que estas seis trabajadoras arrastran desde hace muchos años unas condiciones laborales totalmente precarias. A pesar de que son trabajadoras que dependen de lo público, nunca han tenido un convenio laboral de referencia, por lo que se tienen que basar en el Estatuto de los Trabajadores. Esto, entre otras muchas cosas, ha hecho que hasta hace un par de años no han tenido derecho, por ejemplo, ni a cobrar el plus de antigüedad, a pesar de llevar entre quince y veinte años en el mismo puesto de trabajo. En pleno siglo XXI, seis trabajadores que dependen de una administración pública, sin convenio colectivo y sin antigüedad. Ahí es nada.

Pero esto no es todo. En 2013 el Equipo de Gobierno (PNV) decidió suprimir una de las 3 sesiones de cine diarias, lo que se tradujo en una reducción de jornada para toda la plantilla, pero lo mejor estaba todavía por venir. En este 2021 el Equipo de Gobierno, ahora mucho más progresista por ser de coalición PNV-PSOE, ha decidido que debido al descenso de público y a la situación sanitaria (ambas cuestiones muy cuestionables, sobre todo teniendo en cuenta que en teoría estamos hablando de un servicio público en el que no deberían primar los resultados económicos), es mejor abrir el cine solo de jueves a domingo, ante lo que evidentemente la empresa subcontratada ha procedido a reducir más todavía las jornadas de toda la plantilla, quedándose prácticamente en la media jornada. Siglo XXI, trabajadores que dependen de lo público y a los que modifican sustancialmente sus condiciones laborales y que ahora van a trabajar solo (y siempre) en fin de semana y con un sueldo de entre 600 y 700 euros.

En fin, todo este rollo contextualizador de la situación para llegar a la reunión de hoy, que yo pensaba que era una más de las muchas que hemos tenido con estas trabajadoras en los últimos años para intentar buscar soluciones a su precaria situación, pero no. En realidad, la reunión ha sido para despedirse, para decirnos agur después de tantas horas compartidas con ellas buscando soluciones. Tres (de momento) de los seis trabajadores han decidido que no pueden más. O dicho de otra manera, han decidido que no pueden seguir en el puesto de trabajo donde llevan media vida porque tienen que priorizar alguna otra cosilla menor, como pagar la hipoteca o comer todos los días.

Sí, ha sido una reunión muy dura, porque sin esperarlo ves como el proyecto vital de tres personas ha cambiado por completo por una decisión política totalmente equivocada, y en medio de esa injusta e incómoda situación para ellas, te piden una reunión para despedirse, agradecerte el trabajo de estos años y pedirte que sigamos trabajando así. La verdad es que no sé ni como acabar este texto, así que, eskerrik asko zuei, solo hemos hecho lo que creíamos que teníamos que hacer, y no tengáis ninguna duda, por supuesto que vamos a seguir así, hasta conseguir que algo como lo que os ha tocado sufrir estos años, sean cosas del pasado. Reuniones como la de hoy, aunque te dejan muy mal cuerpo, nos ayudan a seguir empeñados en ese objetivo. Seguimos, seguiremos.