Término latino equivalente a «roído por los dos lados», que el historiador del siglo XVI Diego Ramírez Ávalos de la Piscina, de San Vicente de la Sonsierra, entonces Navarra, hoy Comunidad de la Rioja, lo atribuye como divisa al príncipe de Viana, simbolizado por dos lebreles (perros) royendo un hueso que representa a Navarra, atrapada y codiciada por Castilla y Francia.

En la actualidad, este lema se puede aplicar al conjunto del pueblo español, dado que el conjunto de ciudadanos, perdón súbditos, estamos siendo perjudicados y «roídos» en nuestro bienestar por los gobiernos alternativos de los dos partidos mayoritarios, que lejos de esforzarse en su trabajo diario para mejorar las condiciones de vida de la población, utilizan las herramientas que les da el poder para enriquecerse mediante prácticas pseudomafiosas y corrupciones varias.

Pierden el tiempo miserablemente en buscarse los trapos sucios mutuos para lanzarse en el hemiciclo protagonizando peleas con el único argumento del «y tú más», en lugar de dedicarse a trabajar conjuntamente para solucionar los problemas que asolan a la nación.

Una muestra inequívoca de que la lucha por el poder es para esquilmar las arcas públicas y enriquecerse a nivel particular o de partido, con métodos ilegales, es la llamada Ley de Partidos de 2002. Esta Ley se promulga únicamente para ilegalizar a los partidos que apoyasen a ETA. Pero no se entiende que no se completase la Ley para condenar las prácticas de corrupción tan extendidas en los partidos políticos, recogiendo normas que ilegalizasen también a los partidos con responsabilidades de gobierno en las diferentes instituciones y a todos los niveles, desde el municipal pasando por el provincial, de comunidad Autónoma, hasta llegar a los estatales, que incurrieran actos delictivos de corrupción.

¡Claro! ¡Cómo lo iban a incluir! Se hubiesen auto ilegalizado. No iba a quedar ni uno en la legalidad. Si se consulta en Internet, del PS(O)E (la «O» de obrero hace años que la ha perdido) detalla una relación de actos de corrupción, de más de 140 casos, además de los casos más sonados de Filesa, Peonadas de Andalucía, ERES de Andalucía y el más reciente del Tito Berni, en todos los niveles de las instituciones.

Y por parte del PP, además de La Gurtel, Barcenas, sus papeles con sobres de pago de sobresueldos y de sus ordenadores destruidos, hasta el caso Kitchen por los espionajes desde el Ministerio de Interior de Jorge Fernández Díaz durante el gobierno de M. Rajoy, relaciona 280 casos más de corrupción en distintas administraciones gobernadas por el PP.

En la relación que se detalla en la mencionada lista de Internet, no se libra ningún partido político e incluso incluye muchas de las administraciones locales o regionales gobernadas mayoritariamente por los dos partidos citados.

Calcula que el monto total de lo sustraído, es decir, robado, de las arcas públicas asciende a más de 124.000 millones de euros (124.123.915.826 euros), ahí es nada. La cantidad de Hospitales y Colegios Públicos que se pudieran haber construido, además de ayudas a familias necesitadas, becas para estudios, comedores y transportes escolares, etc.

Como reza en la traducción del encabezamiento, no solo nos han corroído por los dos lados, nos han mordido el hígado, el bazo, los pulmones, los riñones y hasta los cojones.