Virus de la covid, ¿virus Constitucional?
Para considerar que unas medidas sean proporcionadas a la situación pandémica es necesario hacer una valoración científica y no política
Siendo hoy el día de la Constitución y, dejando clara la posición que en su momento tengo respecto a este ley y considerando que al igual que ocurrió en el pueblo vasco, mi opción, fue la de no aprobar esta ley, pero no por no considerar que después del franquismo no se debía elaborar una Constitución sino por considerar que esa Constitución que se nos ponía delante, aún recogiendo muchos artículos de la defensa de los derechos individuales y colectivos con los cuales estaba de acuerdo, no terminaba de poner al Estado español en una situación verdaderamente democrática por dejar en el tintero la resolución de los problemas derivados de una herencia devenida de una dictadura que dio un golpe de Estado a un gobierno republicano, en el que no se resolvía la restauración de un sistema republicano imponiéndonos una monarquía puesta por un dictador, ya que en ningún momento pasó por las urnas, no resolviendo el conflicto territorial de una forma democrática, y no creando nuevas estructuras de poder económico, judicial, militar, etc., que no tuviesen nada que ver con tiempos pasados propios de la guerra civil y la dictadura, siendo una Constitución que no acababa de romper con la dictadura y, en cierta medida, lo que hacía era avalar una transición que quedaba coja en determinados problemas que se tenían que haber resuelto una vez llegada la democracia.
Con la pandemia hay que decir que este virus, por una parte, ha colocado a la Constitución totalmente desprotegida de todas aquellas opciones que la aprobaron en su momento y, curiosamente, ha colocado a las opciones que no la aprobaron en una situación de facto en avalar la misma aunque hayan incurrido en el mismo error que aquellos que la aprobaron en su momento, y, ha colocado a muchas personas que no la aprobaron, principalmente en el pueblo vasco, en una situación de defensa de la misma ya que es la única ley en este momento que nos puede proteger nuestros derechos y libertades como se ha visto con las sentencias de los estados de alarma y esperemos que así sea con el pasaporte covid.
Los partidos estatalistas que aprobaron esta Constitución con el problema de la pandemia no han sido capaces de defender la parte esencial y destacable de la Constitución en lo que a la defensa de derechos y libertades individuales y colectivas se refiere y se han posicionado con los estados de alarma en un lado totalmente contrario a ese espíritu llegando al punto de que precisamente esas decisiones tomadas durante la pandemia se han declarado del todo ilegales, es decir, contrarias al espíritu constitucional que tanto habían defendido hasta llegar el virus pandémico. Aquí quiero resaltar al partido de Podemos que fue a las últimas elecciones con la Constitución como si fuese la Biblia y, en este tiempo parece que se ha olvidado de la misma colaborando desde el gobierno con esa transgresión de derechos y libertades, perdiendo gran parte de su credibilidad.
Por otra parte los partidos nacionalistas e independentistas, que son los que no avalaron la Constitución han tenido una actuación esperpéntica en este asunto y no se han, o no han querido, darse cuenta de que su posición durante esta pandemia ha sido la de avalar una posición constitucional, aunque al igual que los partidos estatalistas, sus medidas, y, como he comentado antes, aunque estuvieran transgrediendo el espíritu del reconocimiento de los derechos y libertades, no deja de ser una aprobación implícita de dicho texto constitucional.
Es por ello que les diría sobre todo al PNV y a EH Bildu que han perdido todo crédito al respecto de que sus partidos realmente sean anticonstitucionales aunque participen de la obra de teatro de no acudir a la celebración del día de hoy en Madrid o hagan cantos de sirena al decirnos que la Constitución debe recoger la soberanía del pueblo vasco con una verdadera relación bilateral. Sres. del PNV y Sres. de EHBildu la pandemia, dentro de lo malo de la situación les ha dado la oportunidad de ejercer realmente la soberanía realizando políticas sanitarias y de salud pública semejantes a los países del norte de Europa, en especial Suecia, totalmente diferentes a las llevadas a cabo hasta el momento actual.
La prueba palpable de que se sigue transgrediendo la Constitución pero a su vez avalándola está en el pasaporte covid, transgrediéndola al querer imponernos un pasaporte basado en medidas de corte político y no sanitario, donde lo que prima es el chantaje y la coacción al más puro estilo de lo que suele hacer en regímenes dictatoriales, y, por otra, recurriendo a órganos judiciales constitucionales como el Supremo con razonamientos de poco nivel científico a los que el mismo Supremo, con todos mis respetos, ha sido incapaz de analizar una situación de salud epidemiológica ya que nos habla de proporcionalidad de la medida cuando para saber si esa medida es realmente proporcional hay que valorarlo con base científica y, pregunto tanto al Supremo como al Sr. Urkullu ¿se ha valorado en la decisión del pasaporte covid el que los vacunados también pueden contagiar de la misma manera que los no vacunados? ¿Se ha valorado si es proporcional o no el que en base a una IA de 150, en cuanto tengas un contagio en municipios de menos de 10.000 habitantes ya se llega a ese umbral? ¿Se ha valorado si es proporcional el que la medida sea a partir de una hora durante la noche para pubs, discotecas, etc., cuando antes de las 10 de la noche pueden estar esos locales llenos? ¿Es más peligroso el virus a las 10 de la noche que a las nueve de la noche? ¿Se ha valorado proporcionalmente la media de 50 comensales en restaurantes y en cambio en Nabarra sean 60 los comensales? ¿Es más peligroso el virus en Euskadi que en Nabarra? ¿Se ha valorado si, y más en las épocas navideñas el virus no se puede contagiar en grandes comercios, transporte público, etc como ellos suponen que puede ocurrir en restaurantes, y ocio nocturno? La respuesta es clara NO se ha tenido en cuenta valoración científica alguna, ya que el Gobierno Vasco como se ha venido demostrando en el TSJPV en ningún momento puede presentar estudios científicos al respecto.
Yo no soy profesional del derecho pero si de la ciencia y les diré tanto al Sr.Urkullu como al Supremo, que para considerar que unas medidas sean proporcionadas a la situación pandémica es necesario hacer una valoración científica y no política. Ya se que al Sr. Urkullu y a la Sra. Gotzone Sagardui las medidas científicas no son su premisa principal pero para el Supremo esa proporcionalidad debería haberla valorado en base a criterios científicos siendo para ello necesario peritajes por ambas partes.
Por ello, decirles tanto a PNV como EH Bildu, el que calla otorga, que ya no tienen credibilidad de que no acepten esta Constitución, ya que la están aceptando de pleno incluso con las transgresiones que han querido imponer con los estados de alarma. Curiosamente la esperanza que nos queda a los vascos aunque algunos no la hayamos aprobado en su momento es que el Constitucional derogue también el pasaporte covid y si, se da el caso, aunque sea solo por vergüenza tendrían que alejarse de la política a lo que muchos vascos estaríamos muy agradecidos, se haya sido o no constitucionalista.