Juan Mari Arregi
Periodista

Ya esta aquí la mentalidad de guerra exigida por la OTAN

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, amparándose en la situación de Ucrania, hizo el pasado día 12 de diciembre un llamamiento a los 32 países aliados, entre ellos el Estado español y, por tanto, también Euskal Herria, para que aumente el gasto militar y adopten «una mentalidad de guerra» para lo que hay que «reducir los gastos sociales en sanidad, pensiones y seguridad social».

Pues bien, esa mentalidad de guerra ya está imponiéndose aquí y en el mundo tras las escandalosas posiciones de Trump sugiriendo nuevas guerras mundiales y tras tantas minicumbres europeas con el Presidente de Ucrania. Pocas veces como en estos últimos días la población ha comentado esa posibilidad de una tercera guerra mundial. Los máximos responsables del mundo, la OTAN, EEUU, Rusia y China lo saben. Y tienen en sus manos las herramientas políticas, sociales, psicológicas, emocionales para ir alimentando esa mentalidad. Sirven así a los intereses de las multinacionales del negocio de las armas que ven disparadas sus acciones en Bolsa entre un 6% y un 13%.

El secretario general de la OTAN sugería que los ciudadanos deben aceptar sacrificios gastando menos en otros ámbitos sociales. «Los países europeos, dijo, gastan fácilmente una cuarta parte de su renta nacional en pensiones, sanidad y sistemas de seguridad social. Nosotros necesitamos una pequeña fracción de ese dinero para hacer nuestra Defensa mucho más fuerte y preservar nuestro modo de vida».

Actualmente, los países europeos destinan un 2% de su PIB al gasto militar, lo que la OTAN considera insuficiente apostando por elevar por encima del 3 y 4%. Para hacerse una idea de lo que eso supone, baste recordar que el año 2023 fue el año en el que más se invirtió en Defensa desde 2009 en el mundo, un total de 2,4 billones de dólares. La OTAN considera insuficiente. El próximo mes de junio, el día 25, está prevista una nueva Cumbre en La Haya en la que deberán tomar una decisión al respecto. Para que no parezcan demasiadas sus exigencias, la OTAN recordó que Rusia dedica entre el 7 y 8% de su PIB a sus gastos militares. Así que preparémonos para sus exigencias y las reacciones de cada país. El Estado español invirtió en Defensa en 2023 un total de 14.597 millones euros y en 2024 superó los 16.000 millones euros. ¿Cuánto se gastará en este año y siguientes en el Estado español? Por encima del 3% del PIB, por supuesto.

Por el espectáculo que vienen dando los representantes políticos tanto estatales como vascos, todo parece indicar que esa situación de «mentalidad de guerra» les viene bien para encajar las inversiones que se apoyan desde el sector público estatal y vasco al negocio de las armas, mientras se limitan otros gastos sanitarios y sociales. Hemos tenido estos días en Hegoalde tres espectáculos a favor de ese sector al que se apoya sin problemas.

Se ha presentado el grupo de defensa Zedarriak y allí en primera fila estuvieron los representantes del Gobierno de Pradales quienes se prodigaron en declaraciones a la prensa a favor de este grupo armamentístico y a favor de sus inversiones, 5.000 millones hasta 2030, en las que también participa el Gobierno de Pradales.

Con la presencia de los Presidentes de España y de Ajurianea, el pasado día 27 de febrero se alabó la trayectoria de ITP Aero como líder mundial en propulsión aeroespacial y garantía de futuro «para la defensa europea y la economía de España y de Euskadi». No han ocultado los objetivos, entre otros, de defensa militar de esta empresa vasca. Ocasión para ello fue la inauguración en Zamudio (Bizkaia) de su centro de fabricación aeroespacial avanzada (Admire). ITP, en cuyo capital el Gobierno Vasco dispone de un 6%, tiene 5.000 empleos, facturó 1.305 millones euros en 2023, un 25% más que el año anterior.

El Presidente español subrayó la firme apuesta por «una Europa unida y solidaria para hacer frente a las amenazas externas y reforzar la autonomía estratégica del continente europeo en sectores clave». En su visita a sus instalaciones vascas valoró la participación de esta compañía en proyectos relevantes para la seguridad y autonomía estratégica abierta de Europa tales como el programa del Futuro Sistema Aereo de Combate (FCS), impulsado por España, Francia y Alemania.

El pasado día 2 de marzo, el diario "El País" dedicó una página de sus Negocios a la empresa vasca Sener. Uno de sus dueños, Andrés Sendagorta, hijo de su creador José Manuel, estará muy satisfecho con esta ola de «mentalidad de guerra» cuando aseguró que «España y Europa debe aumentar su gasto en Defensa por dos motivos: garantizar la seguridad del Continente e impulsar la industria». ¡Faltaría más, impulsar su industria y su gran negocio aeroespacial y militar!

Además de ocupar un puesto importante en el sector de la energía y aeroespacial, Sener es una de las empresas del sector armamentístico más importantes no solo vasco sino estatal y europeo. Tiene 4.000 empleos por todo el mundo, con dos sedes centrales, Getxo en Bizkaia y Tres Cantos en Madrid. Sus ingresos rondan los 500 millones de euros. Su potencial quedó demostrado ya en la década de los 70 y 80, cuando desarrolló el 80% de toda la ingeniería nuclear de lo que iba a ser la central nuclear de Lemoiz. Ha participado también en la creación del avión de combate Eurofigher. Recientemente ha comprado tres empresas, una de las cuales, SCR, se dedica a sistemas no tripulados aéreos, terrestres y navales reforzando así su rama de Defensa. Tiene también un 7% de Hisdesat, filial de satélites militares de Hispasat.

Llama la atención que mientras se alimenta esa «mentalidad de guerra» los sectores populares políticos, sindicales y sociales de izquierdas vascos, europeos y mundiales se mantengan en silencio e inactivos.


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