Barcelona y Gracia
Barcelona la ciudad soñada por los catálogos turísticos, ofreciendo un balneario de la estética arquitectónica, también es Rosa de Foc, en que las clases populares se empeñan en fastidiar los negocios, de las personas creadoras de una riqueza que van a parar a sus propios bolsillos. Los sucesos del barrio de Gracia en el que se ha iniciado una gentrificación, para expulsar población mayor y de renta baja para que campe a sus anchas la invasión turística correspondiente. La crítica que se hace al anterior consistorio Convergente, por los liberales y la gauche caviar, que coinciden en muchas ocasiones, como es en este caso.
El pago del alquiler del local para obtener paz social del anterior municipio, la alcaldesa lo ha retirado con los aplausos correspondientes de los plumillas de turno. Curiosamente estos mismos, son entusiastas defensores, para que el dinero público subvencione a multinacionales como la Fórmula1, o el Congreso de telefonía móvil, o las de Compañías de bajo costo aéreas, o subvencionar el combustible de los aviones entre otras muchas. Lo dramático es que la progresía del ayuntamiento quiere mantener las formas, que contrastan en la lejanía de su discurso como movimiento social que queda en el olvido.