Fernando Maritorena Ardanaz

Beti arte, Ana

Te has ido tan de repente que hasta las trikitixas y los panderos han enmudecido, recordándonos las fugacidad de esta vida. Cuántas horas has pasado con ilusión y desinteresadamente en la cocina de Laurendi, con la ayuda de tu marido Patxi, preparándonos comidas y pikoteos, dando pie a sobremesas agradables tocando nuestras canciones. Has muerto joven pero has sabido sembrar cariño. No es fácil aprender esa lección. Siempre nos tendrás con afecto y gratitud hacia ti, Ana. Eskerrik asko denagatik.

Recherche