Señor Aburto, la política no es mi medio de vida, así que mis decisiones no están condicionadas por
unos votos.

Soy trabajadora, y esta huelga tiene razones humanas.

Lo hago porque cada vez que necesito un permiso para cuidar de algún familiar, tengo que pedir favores a los médicos para que la empresa no pueda negarme el derecho y pueda cumplir mi obligación moral. Lo hago porque me da vergüenza tener mejores condiciones que otros compañeros que están en precariedad laboral, pero que al parecer solo vemos unos pocos, sobre todo cuando duermen en sus coches o pasan su tiempo libre en las cocheras para no alterar el descanso nocturno de sus familias. Lo hago porque me castigan por estar de baja y no me pagan lo acordado en convenio y me quitan horas que tenía acumuladas para disfrutar por diferentes motivos. Lo hago porque la vida sube en todos los conceptos y mi salario no, y también porque mi conciencia social no me permite que unos dirigentes, que solo buscan su propio beneficio (en una empresa de transporte público) se aprovechen de grupos más débiles.

También lo hago porque quiero que mi trabajo sea productivo y eficiente para los bilbainos, y para ello necesito más recursos materiales y humanos, y porque mi empresa está recortando hasta el punto en que suprimen puestos de trabajo que pretenden que otros, sin formación, lo suplan, y sin ni siquiera tienen en cuenta el esfuerzo de las personas para que el servicio vayan bien.

La política es cosa del alcalde, que es a quien le preocupa que tratándose Bilbobus de una
empresa, al amparo de Alsa, empresa de monopolio estatal, le tiren de las orejas desde Madrid.