A mediados de febrero de 2004, a raíz de las primeras noticias sobre la remodelación del estadio de Anoeta, envié a la prensa donostiarra un artículo, que vio la luz el 22 de aquel mes en uno de los dos periódicos que por entonces se publicaban en Donosti, con el titular: "Remodelar Anoeta no es lo más urgente" y en el que clamaba por el cambio de nombre y del escudo del equipo «txuri urdiñ».

Hacía alusión al inapropiado por trasnochado prefijo de Real Sociedad, en lo referente a «real», dado que ni el pueblo donostiarra, ni el guipuzcoano, ni el de Euskal Herria en general, son monárquicos. Es más, se manifiestan contrarios a esa institución. Proponía diferentes nombres, pero con el paso del tiempo y pensando que somos poco propensos a muchos cambios, me decanto por el nombre de Leal Sociedad, de esa forma se podrían mantener los cantos de apoyo al club de «leal, leal, leal» o «eleala, eleala».

En cualquier caso estaría justificado el cambio, dado qué, bordeando en el escudo de San Sebastián, figura la leyenda de "Ganadas por fidelidad, nobleza y lealtad", otra cuestión a tratar seria quién concedió esos títulos, que desde luego no fue ningún borbón.

La materialización de este cambio en el escudo, como se puede apreciar en la foto, es la sustitución de la corona (que se la podríamos devolver a los borbones), por una txapela, prenda muy nuestra y de uso común en esta tierra. Además, la leyenda de la parte baja de la bandera blanquiazul de "SS" (que recuerda a las SS nazis) se cambiaría por "D/G", haciendo mención a la ciudad y a la provincia.

Hay que plantear un debate entre la afición para tratar de efectuar estos cambios y el club debe iniciar los contactos oficiales para efectuarlo, cuanto antes mejor.