Resulta insultante a la ciudadanía de esta parte de Euskal Herria convocada a unas elecciones para lehendakari que personas desconocedoras cuando no despectivas con la lengua propia del país, tengan la desfachatez de presentarse como candidatos, aun sabiendo que la gran mayoría de vascos no los quiere. Son impresentables.

Uno, Patxi López del PSOE, el PSE no existe es un disfraz para engañar, todos son españolistas. Después de una nefasta legislatura como un dirigente sin formación de ningún tipo acude como aspirante haciendo un gran ridículo en nuestra tierra y en cualquier otra nación en las que ha osado presentarse.

Dos, Antonio Basagoiti del PP, un peligroso terrorista oral neofascista, cínico, grosero y manipulador que solo puede engañar a ignorantes de la secta antivasca que preside y a la que se dirige y asusta. Todavía no ha tenido la elemental decencia personal y política, de repudiar la prolongada barbarie franquista que padeció nuestro pueblo ni tampoco otras criminales invasiones y guerras apoyadas por los dirigentes de su partido.

Estos dos individuos han destacado como encubridores por inhibición de carceleros, torturadores y criminales y todavía insistentemente pretenden criticar la lucha armada del pueblo vasco por su liberación. Sin olvidar a la presidenta del Parlamento Arantza Quiroja, del PP con el mismo atrofiamiento lingüístico e ideológico, neofascismo femenino.

No existe en ninguno de los cinco continentes, país, región, ciudad, pueblo, aldea e incluso tribu, por salvaje que sea, que admita a un dirigente analfabeto, déficit que comienza por no saber hablar en la lengua nativa. Una ofensa a la idiosincrasia de un pueblo aberración que sus partidos no cometerían en Catalunya o Galiza ya que serían vistos como lo que son, unos tipos extraños.

Es muy significativo que ETB manipulada por el actual gobierno rapiña PPSOE eluda un debate entre candidatos en el canal 1 en euskera, para no evidenciar las carencias de estos dos aventureros políticos, que despreciables como aspirantes no reúnen las condiciones mínimas no ya de credibilidad política sino de dignidad, cultural y social. Están al servicio de un poder ajeno, España y su unitarismo, en una repugnante provocación como agentes reclutadores para intentar contaminarnos y raptarnos ideológicamente como súbditos de su corrupto reino.

Todo esto sucede en torno a un maldito día, 12 de octubre, fruto de un aberrante calendario impuesto e impregnado de españolidad, fanatismo y colonialismo que estos lamentables personajes celebrarán rodeados de las fuerzas de ocupación que tantísimo daño, sufrimiento y sangre han causado históricamente al pueblo vasco, a las que rinden perpetuo homenaje. Esperemos que ya sea la última legislatura con estas extrañas y forzosas festividades ajenas y liberados también de toda esta terrible e indeseable tropa. Quizá entonces podamos conmemorar un día de acción de gracias.

El tiempo y el espacio de España se han acabado ya en Euskal Herria. Es inútil insistir. La sublevación social durante décadas de rebeldía en muchos frentes ya empieza a dar significado en conceptos colectivos fundamentales, autoestima como pueblo singular, autodeterminación, soberanía, independencia, europeísmo vasco, cosmopolitismo euskaldun. El país, Euskal Herria, como antaño el Reino de Navarra, por fin si esos otros, somos nosotros, es nuestro. En nombre de la dignidad y la identidad debemos ser nacionalitarios (de la nación propietarios)

Izan direlako gara; garelako izango dira (Existimos porque otros han existido, y existirán porque nosotros existimos). Agur España, agur.