Periko: Has cerrado una larga trayectoria de compromiso social militante sin fisuras ni sombras de interés personal. El tiempo ha sido el autor de tu marcha. No hace falta relatar la larga cadena de causas sociales, sindicales, vecinales, políticas, a las cuales prestaste de modo diligente tu tiempo, compromiso y voluntad hasta el final.

Nunca pediste explicaciones a la hora de aportar tu compromiso ante cualquier tipo de problema frente el sistema, siempre que los dañados y dañadas fueran del común: Desde los juicios en la Magistratura de Trabajo de Bilbao, las huelgas de la construcción, los compromisos políticos eternos por y en una Euskal Herria viva… Las manis de ultima hora: desahucios, etc. La Audiencia Nacional…

Compartiste lo propio en todos los aspectos. Jamás lo ajeno. No te humillaste nunca ante la adversidad o ante los poderes de todo tipo que se asustan ante la resistencia social en todas sus versiones y colores. Lo hiciste sin vacilar, sin dudar.

Siempre respetaste a los propios y a los demás también. Ese capital es intransferible, más aún, en unos tiempos donde los principios de todo tipo se venden a escote como una mercancía de oportunidad más.

Creo, modestamente, que la senda que has dejado trazada en el campo de los compromisos en sus versiones más incómodas es de muy difícil tránsito, en tiempos donde las convicciones se subastan a bajo precio.

Los que te hemos tratado, conocido y reconocido en tu larga trayectoria de gestión libre y solidaria no olvidaremos jamás.

Creo, que nadie, ni aquí, ni allá, donde hayas ido, te haya de pedir cuentas. Si así, lo hiciera, dale la txapela en justo pago por las atrocidades sociales que ha permitido bajo su teórica custodia y tutela, y que te deje en paz.

Agur Periko. Ondo Ibili.