Txiki Monreal Cía

Diez años sin ETA

Al ver los reportajes de esta noche de "Agur ETA" de Jon Sistiaga y de "Bidea, el camino. Diez años sin ETA", no he podido si no sentir mucho sufrimiento interno al analizar, como bien ha dicho Arnaldo Otegi, y reconocer que el dolor causado por ETA «nunca se debió de haber producido».

Porque yo también soy de la misma opinión. Pero encima, que la izquierda abertzale hemos dado ese paso tan incuestionable como ético, nos intentan vender la cuestión, que si ese perdón, y ese arrepentimiento, por lo menos de mi parte, sí que es así, es lícito y honrado. Lo que tenían que hacer desde mi punto de vista es que a los que nos hicieron sufrir, con la tortura en comisaría a miles de compañeros y compañeras honradas, y con la enfermedad mental provocada por la tortura, como es mi caso, con las vidas que segaron «los grupos parapoliciales», como el BVE, la triple A, o el GAL. O con la represión brutal de la policía en las calles de Euskal Herria y muchas cosas más, si ellos han sido capaces de dar el salto cualitativo y el paso dado por Arnaldo Otegi. De pedir perdón por el daño causado, por todo lo citado anteriormente, sabiendo que ni han sido ni serán capaces de pedirlo nunca, porque siguen sintiendo mucho rencor y mucho odio, hacia el euskara, hacia lo vasco, hacia el independentismo y al ser republicano. Pese que actualmente este se quiera expresar, por vías pacíficas como las urnas. Para muestra un botón: Cataluña.

Siempre serán fascistas, que nos tengan odio y eso se lleva en los genes del 36, y de Franco. Como para pedir perdón. Su horno no está para «bollos democráticos».

Eskerrik asko, Arnaldo. Berriz ere zurekin.

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