Nos ha dado una lección más a todos los que sentimos el Athletic Club; en temporada haciéndonos vibrar con su juego, logrando hacer reflotar la ilusión latente de nuestros corazones, vistiendo a nuestros y nuestas niños y niñas de rojo y blanco por dentro y por fuera y, sobre todo, con esta última lección de honestidad en estos tiempos en los que no abunda la defensa de unos valores que debieran de hacernos más humanos.

«Con las constructoras hemos topado querido Bielsa», que diría Don Quijote.