Enric Vivanco Fontquerni | Barcelona

El arte como consuelo

La película "La sombra del pasado", basada en la obra del pintor Gerhard Richter, interpela a Kafka, cuando señala que la verdadera realidad nunca es realista. En estos momentos de campaña electoral, solo cabe introducirse en el claustro materno del arte. El Director del film, piensa que si se conoce la historia se puede evitar los fracasos continuados de la humanidad, para él, todavía hay esperanza. Por ello y siguiendo a Gombrich, que reclama conocer el contexto para que se pueda interpretar. El pintor vivió con el nazismo y con el comunismo, que utilizaron al arte como una ideología al servicio de ambos sistemas. Para los nazis, su proyecto basado en la ciencia, para conseguir una raza humana sin enfermedades, ni estigmas, en que los arios serían los hegemónicos para toda la humanidad. Por el otro lado, el fin no era otro que construir un mundo para los trabajadores libres de cualquier opresión capitalista. El artista piensa que el arte penetra en las entrañas del ser, por ello incomoda a los que se sienten participes de unas ideologías ecuménicas. El pintor, de pocas palabras pero suficientes para poder somatizar la mirada del otro, que siempre está condicionada al presente, que suele ser trágico, rechaza la perspectiva política, ideológica y moral. No es una obra para las capillas poseedoras de la verdad. La película, refleja de forma admirable dos regímenes totalitarios, que banalizan el arte a una utilidad política, atrofiando el bien más preciado del ser humano que es su propia libertad de expresión y de creación. Por ello el pintor, en el que sus cuadros son fotografías que las difumina y pone capas de pintura, para que el observador responda y piense en que el gris y lo borroso, es para que reaccione respecto a su propia vivencia, para poder llegar a una verdad necesaria aunque sea individual. La crítica que se le hace al director de la película, es porque utiliza la futilidad del amor romántico, olvida a Leopardi, cuando escribe: “quien más se ama menos puede amar”. Observen el amor del médico criminal respecto sobre él mismo. El artista tuvo el coraje diez años después, de los suicidios sospechosos en una prisión de alta seguridad de los miembros de la Fracción del Ejército Rojo, en 1977, plasmar 15 pinturas titulada 18,Oktober 1977, una obra incomprendida pero genial, en pleno capitalismo. Las pinturas grises hasta la extenuación, desenfocadas para una mirada lineal, se adelantaba al tiempo presente, en el que Europa, vive en la peor de las miserias, que anula la libertad de los humanos para poderse organizar y para poder interpretar el presente.

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