Leía esta semana que los científicos de la ONU luchan por aplicar medidas para asegurar que la temperatura del planeta no aumente al final del siglo los dos grados. Ahora las grandes ciudades contribuyen al calentamiento global y se ahogan en sus propios humos, mientras otras han aplicado cambio del modelo de movilidad. En una ciudad de China, Shenzhen, alrededor de 15.000 autobuses de transporte público son eléctricos y aseguran que dentro de este mes todos los taxis también. Esta ciudad en el año setenta era una pequeña ciudad de 70.000 habitantes, ahora tiene 12 millones. Subvenciona la compra de coches eléctricos. Han conseguido una ciudad más silenciosa y el aire es más limpio.

El Gobierno de Pekín está aplicando el apoyo económico en 30 ciudades chinas para la movilidad eléctrica ya que consideran un sector estratégico. El coche eléctrico será competitivo respecto del de combustión en menos de dos años, se construye rápidamente la red de recarga y el abaratamiento de las baterías.

En España discutimos si 2040 es un plazo corto para hacernos a un cambio que será inevitable, mientras otros lo están haciendo ya.

Salud y República.