Si hay algo que es de una claridad meridiana, es que Occidente utiliza el poscolonialismo, como si el tiempo histórico no existiese. La verbena de unos cuantos días entre Occidente, e Irán, muestra la impotencia para derribar un régimen, que siempre ha sido el objetivo principal por parte de los imperialistas. En la época del Sha de Persia, la monarquía pretendía conseguir los conocimientos necesarios para desarrollar un programa pacífico de energía nuclear. Los nuevos inquilinos se pusieron manos a la obra con este proyecto. Irán, nunca ha pretendido enfrentarse directamente a Estados Unidos, ya que sabe que Israel, es el brazo armado de este espacio geográfico. La mitología del poder militar de Israel, contrasta con la realidad en que se han encontrado. Las grandes victorias, siempre son cuando se enfrentan a milicianos pobremente armados, y que no están respaldados por Estados, la última guerra con Egipto, la perdió. De momento, el objetivo principal, que era derribar el régimen, ha fracasado. Los arsenales de armas de Israel, están en mínimos que le impide seguir enfrentándose a Irán, utilizando estas armas tan caras, y pretender pisar suelo del supuesto enemigo, es imposible y con seguridad que perderían la guerra. Está absolutamente a merced de USA. Se han dado cuenta que Irán tiene la capacidad militar para cerrar el estrecho de Ormuz, y en estos momentos sería un suicidio económico para Occidente. También hay que resaltar que el famoso Mossad, es una concesión de la CIA, en colaboración con los servicios de GB, Alemania, y Francia, todos trabajan en comandita, sin ellos no serían nada. Por esto las grandes hazañas militares están en Gaza, y les está costando. Los que mencionan que la información está en manos mayoritarias, de una minoría selecta, en el caso del mito inventado del ejército de Israel, es una verdad demostrable científicamente. Lo que ha sucedido ahora es una evidencia más, de la imposibilidad que tiene para imponer su voluntad. El Estado de Israel, como está configurado en la actualidad, tiene los días contados.

Atentamente.


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