Esta mañana se ha pronunciado así en la entrevista que ha concedido a Dani Álvarez en su programa de radio Euskadi, a las 9h.

Hablando de la dirección única en decisiones sobre todo lo relativo al estado de alerta, dictadas desde el gobierno central por Pedro Sánchez, el presidente de los jeltzales, Andoni Ortuzar, ha reconocido que mantiene contacto cercano con el presidente de Gobierno español (la última conversación telefónica el pasado lunes o martes, en su manifestación) y que el contacto es permanente o diario con la vicepresidenta Montero..., por lo cual, digo yo, no puede alegar desconocimiento o falta de influencia en las normas dictadas desde la Moncloa.

Por otra parte ha señalado que no hay nada que objetar a su traslado a la CAV, la situación está normalizada en las relaciones con Madrid, ya que la gestión de la crisis pandémica en todos sus aspectos está siendo gestionada por el Gobierno vasco y Osakidetza.

Es decir, tras estar comentando en plan de campaña electoral, los típicos aspectos nimios e intrascendentes, haciendo su «marketing para sus correligionarios» con las habituales proclamas de bufón, al final se le «han deslizado» esas frases que, para cualquiera que sepa leer entre lineas, se pueden traducir de la siguiente forma:

sin darse cuenta, el presidente del partido de los jeltzales «se ha columpiado metiendo la pata hasta el fondo reconociendo una verdad palpable de la estrategia de su partido… todos ustedes se pueden dar cuenta que es lo que siempre hace y hará y pretenderá para las relaciones de la CAV con Madrid, y que es la verdadera razón de que tras 40 años siga sin ser cumplido el estatuto de Gernika y tengan que seguir siendo reclamadas ¿cuántas? Transferencias reconocidas en el mismo, incluso siendo materia formal de la constitución española.

Se habrán percatado ya todos los lectores (salvo su correligionarios con anteojeras) que lo que está reconociendo con ello el Ortuzar es que el Eusko Jaurlaritza - Gobierno Vasco es un simple gestor de las ordenanzas dictadas desde le gobierno central.

¡ah! Pero resulta que esas órdenes han sido previamente habladas y negociadas por él, como representante del partido jeltzale (de ahí le viene lo de «el lobo estepario») con el presidente y la vicepresidente del Gobierno central.

En otras palabras, y claramente, el partido jeltzale suplanta al pueblo vasco llevando la negociación según sus particulares intereses, haciéndolo en solitario y poniendo precio al peso de unos escaños de apoyo para el que quiera gobernar en Madrid… Y, después, ordena la gestión de lo negociado al Eusko Jaurlaritza - Gobierno Vasco en el que ya hay representación de otros partidos…

Y, claro, la razón es que si Euskadi avanza en su derecho a decidir –gure esku dago y ejerce su soberanía, la negociación con Madrid deberá ser entre los dos gobiernos, el vasco y el de Madrid, de tú a tú, y por supuesto, perdiendo el partido de los jeltzales el monopolio en el poder de la negociación.

Es la misma posición de hegemonía que consiguió Diego López de Haro para su familia (y sus sucesores de la Lara) con respecto al dominio hereditario del señorío de Bizkaia…

¡la estrategia de estos jeltzales actuales es exactamente la misma que la de los López de Haro (que fueron unos de los mayores traidores a euskalherria), con la particularidad de que el Ortuzar y sus acólitos pretenden extender su dominio del señorío a la Comunidad Autónoma Vasca!