El Principat y la trama rusa
La antropología es una ciencia de la comparación, en cambio cuando se buscan equivalencias en los conflictos, los resultados suelen ser ridículos. Como vivimos en la época de las imágenes, y de la propaganda más absoluta, sin el menor matiz, se conforma un magma peripatético. El independentismo en el Principat, siempre ha tenido como principal enemigo, los propios partidos independentistas. La mesa del diálogo, es una ofensa que si se tuviese una mínima estima en la trayectoria histórica de las clases populares, que sin ellas nada hubiese sucedido, no se seguiría en este silencio de humillación. El desprestigio forma parte de las propias instituciones, al ser veletas del poder central. Caer en la trampa de la gran ayuda de la Federación Rusa, al proceso independentista, para que entre en pánico escénico los propios soberanistas, francamente es del todo cómico. Se lleva más de tres siglos ocupados por dos Estados europeos, en el que el genocidio inmaterial cultural, es evidente. En Catalunya Nord, solo queda un folclore penoso, hasta el nombre de la Nación, la han aniquilado sin ninguna contemplación. En el Principat, la democracia judicial, se ha propuesto, quemar al idioma sin el menor recato, abocando dinero a organizaciones armadas, para que la lengua sea arrinconada con el beneplácito de los propios partidos políticos colaboracionistas. ¿Qué importancia tiene, que estén los unos, o que estén los otros, cuando los tenemos de vecinos? A lo largo de la historia de los imperios, cuando estaban lejos, dejaban más espacio a los colonizados. En Catalunya, están metidos en casa. A los independentistas, les debería importar un bledo esta paparruchada, ya que lo que sí sabemos, es que las grandes democracias liberales, dejaron tirados a los votantes del 1de Octubre, junto con la CE, y hora piden sufragar una guerra que no nos va, ni nos viene. Poner más dinero a un ejército, que encima hay que pagar, para que puedan colonizar con más efectividad, que niega la libertad, francamente hay que ser muy obtuso para aceptar semejante propuesta. Todo el presupuesto que ya se quema en la actualidad para un ejército de mercenarios, que en su país de origen aniquilan a sus pobladores ancestrales, para robarles la biodiversidad y su modo de vida, se les regala la nacionalidad, ¿qué se puede esperar de semejantes elementos? El independentismo no debe sucumbir a la propaganda asfixiante, que introduce una moralina para que todo siga igual. La paz no ha existido nunca, ya que siempre están en guerra, por todo el mundo con bases, naves, tropas, y asesores militares. Siempre con el mismo objetivo, disponer de lo que poseen los otros, como les venga en gana.
Atentamente.