Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Estados frugales y arrogantes

La UE ha diseñado el Fondo de Reconstrucción para enfrentarse a las consecuencias  derivadas del covid-19. En los términos en que habitualmente se desarrollan las relaciones   internacionales priman las argucias y se buscan las ventajas que pueden obtener unos Estados sobre otros según su fortaleza operativa. Tal como lo explica el economista Juan Torres los «frugales» juegan con ventaja, pues su icono, Holanda, es de hecho un paraíso fiscal y se beneficia del cambio privilegiado al que se produjo su incorporación inicial  del florín al euro,lo que ha dado a «frugales», una ventaja comparativa convirtiéndoles en exportadores natos gracias a ese cambio que, por el contrario, perjudicó a la relación de intercambio de la peseta española al incorporarse inicialmente al euro. Ello es una de  las causas de la desaparición de la mayor parte de su industria convirtiéndose en un país de servicios para los de monedas fuertes.

Es evidente que los estados mayoritariamente generadores de servicios soportan un riesgo permanente ante cualquier acontecimiento por  mínimo que se produzca en los así autodefinidos «frugales». Que, por cierto, aunque España no es un ejemplo de gestión y maestros de vivir del cuento, la deuda externa total de Holanda, (la pública y la privada) supera con mucho a la española, pues las pensiones son 4 veces superiores a las españolas, pero no cesan de insistir en que sean recortadas, reduzcan los salarios y se eleven los impuestos para reducir el déficit. Tal como describe el panorama Juan Torres, se está configurando una Europa a tres velocidades: los  «frugales» de la UE, más los ricos del Norte externos de la UE; los «arrogantes» del Sur dentro de la UE, incluida España, que pretenden mantener las apariencias, pero que mendigan en Bruselas; y los restantes, que componen un cajón de sastre. Este Plan Marshall supone un salvavidas que afianzará el sistema capitalista y no hará progresar la integración política de Europa.

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