Este año NO voy a ir al nafarroa Oinez. Y no es por las previsiones climatológicas revueltas. Es por lo revueltas que deja las tripas el ver como la Nafarroako Ikastolen Elkartea decide celebrar el Nafarroa Oinez en una ikastola de la zona mixta, mientras ikastolas de la zona “no vascófona” como la de Sartaguda, anda padeciendo los rigores de la precariedad.

Pero empecemos por el principio. Son el PSN, PP y UPN los responsables de que la educación pública en euskera no este garantizada en toda Navarra. La dichosa Ley del Vascuence debe ser revisada y debe asegurar que cada familia navarra elija el modelo lingüístico que quiera para la educación de sus hijas e hijos.

Durante años hemos sido decenas de miles las personas que no hemos fallado ni un solo año a la cita del Nafarroa Oinez. Pero como en todos los temas, han llegado las contradicciones, que al principio son soportables, pero si no se afrontan se convierten en insalvables. Y la Nafarroako Ikastolen Elkartea no ha sabido o no a querido afrontarlas.

Es en la zona no vascófona, de Noain hasta Cortes, donde las instituciones no garantizan la educación pública en euskera y donde más problemas tienen las ikastolas que hay, privadas por imperativo legal. Siendo lo primordial que el Gobierno de Navarra establezca el modelo D en toda la comunidad, Nafarroako Ikastolen Elkartea debería de estar a la altura de las cincunstancias y celebrar su fiesta siempre en esta zona, tanto para apoyar económicamente a estas ikastolas, como para denunciar la marginación a la que someten a la ciudadanía de la parte sur de Navarra. No es suficiente la Caja de Solidaridad que esta Federación tiene.

Si la Nafarroako Ikastolen Elkartea tiene como prioridad la potenciación del euskera y la cultura vasca ¿que mejor que apoyar a las ikastolas más desfavorecidas? Es como decidir que a una niña que come todos los días de un modo saludable, le vas a mejorar su dieta añadiéndole una ración de rape; mientras a otra niña le mantienes su dieta exclusiva de arroz blanco cada dos días. Seguro que esta niña también tendrá las tripas revueltas, aunque no lo diga.

Tal vez Nafarroako Ikastolen Elkartea tenga que reestructurarse internamente o cambiar los estatutos o sus prioridades.

Somos muchas las personas que así pensamos.

Eutsi euskarari!