Con estúpido triunfalismo se han tomado la decisión del Gobierno de desmantelar la central nuclear en Garoña. El coordinador de Alianza Verde y diputado durante la última legislatura como independiente de Unidas Podemos, Juan López de Uralde, dice que el desmantelamiento de Garoña «marca sin lugar a dudas el inicio del fin de la energía nuclear en España».

Se desmantelará Garoña, sí, pero en su lugar se construye un cementerio de residuos radiactivos. Con lo cual salimos de Guatemala para entrar en Guatepeor. Descartado el proyecto de construir un "Almacén (cementerio) Temporal Centralizado" en Villar de Cañas (Cuenca), por la oposición frontal de la Junta de Castilla-La Mancha, para almacenar los residuos radiactivos de todas las centrales nucleares en España, se construyen «Almacenes Temporales Individualizados» en cada una de las siete centrales nucleares en España.

Ahí estarán los residuos radiactivos hasta 2073, en que se trasladarán al «Almacén Geológico Profundo», que se prevé construir a 500-1000 metros de profundidad en zona rocosa, para cientos de miles de años. Aunque se pudieran desmantelar todos los reactores nucleares del mundo, los residuos radiactivos quedan «p'a los restos». Y cada día que pasa, se producen más residuos radiactivos en el mundo, en los reactores nucleares en funcionamiento.