Cuando se hace público y tiene mucha relevancia que Laurent Simons, de 9 años, está a punto de graduarse en Ingeniería Eléctrica, lo tomamos con una curiosidad normalizada y aceptada. No se hacen eco repetidamente los medios de comunicación de que su padre y su madre lo están sobre exponiendo a la opinión pública y que no le están dejando tener infancia.

Sin embargo, cuando a Greta Thunberg, de 16 años, la hacen estos mismos medios cabeza visible del movimiento mundial en la lucha contra el riesgo del cambio climático, todos son aspavientos, insultos y descalificaciones desde los núcleos de poder a los que van dirigidos sus ataques, para evitar el deterioro del planeta. No nos dejemos manipular, no seamos sus tontos y tontas útiles, no seamos tan sumiso y serviles con los poderes económicos depredadores que destruyen nuestro planeta común, en beneficios de sus intereses individuales.