Gontzal Fontaneda | Gasteiz

¿Iruña-Veleia, si o no?

La sentencia de Iruña-Veleia el 8 de junio condenó a Eliseo Gil por los delitos de falsedad documental (grabar los grafitos) y de estafa (facturar informes de análisis que no se hicieron). [ver https://www.veleia.fontaneda.net > cuadro 12]

Respecto a los grafitos:

1º La sentencia reconoce que «no ha resultado probado suficientemente que él mismo [Eliseo Gil] hubiera realizado de propia mano los grafitos contemporáneos».

2º Por ello, la sentencia busca la complicidad de otras personas: repite cinco veces que Eliseo Gil realizó las incisiones en las piezas arqueológicas «bien por sí o bien por medio de terceras personas».

3º Pero no identifica a esas terceras personas, tras once años de proceso judicial; es decir, la sentencia se basa en personas ficticias, sin nombre ni apellido ni documento de identidad.

4º Así que Eliseo Gil no ha realizado las incisiones, ni por sí porque no está probado, ni por medio de nadie ya que esas terceras personas cómplices no existen.

5º Por consiguiente, no había motivo para condenarlo.

En cuanto a la estafa:

1º La sentencia dice que Eliseo Gil solicitó autorización a la Diputación «para realizar unos análisis que no se llevaron a efecto, y facturó a dicha Administración unos falsos informes elaborados por el acusado Rubén Cerdán, que éste a su vez había facturado a Lurmen S.L. [Eliseo Gil] aunque las facturas no correspondían en realidad a análisis ni interpretación alguna de aquéllos».

2º Eliseo Gil conoció a Rubén Cerdán porque le fue presentado como un experto en Física por la propia Diputación.

3º Así, Eliseo Gil le encargó que enviase a analizar unas muestras de los primeros hallazgos.

4º Posteriormente Rubén Cerdán le presentó los informe y las facturas, y Eliseo Gil le abonó los importes y los facturó a la Diputación.

5º Por consiguiente, no había motivo para condenarlo.

Sin embargo, fue condenado.

Recherche