¡Jesús de Nazaret solo vive para mí!
Jesús solo una vez pidió que aprendiéremos algo de él.
Y lo hizo para decirnos «aprended de mí que soy manso y humilde de corazón»
Al buen ladrón lo envío al paraíso.
A la adúltera la perdonó.
Dejo todo para encontrar a la oveja descarriada.
Al ciego le devolvió la vista.
¡Si yo creo en todo esto!
¡También creeré que cada vez que le hablo me está escuchando!
Si yo le digo confiando, ¿Qué quieres que haga? ¿Qué necesitas de mí?
Él me contestará, te quiero a ti.
¡Este Jesús es increíble
no ha habido hombre como él.
Ni misericordia como la suya, ni tanta confianza en el hombre como él.
¿No te parece que es la hora de Jesús?
Que ya es tu hora de conocer
a este gran hombre
¡Maestro de todos los hombres y padre de todos los menores y excluidos!
Él hasta el final de tus actos y hasta el final de tu vida está- bendiciéndote y contando contigo para que te decidas por él.
¡Cree que no te va a criticar por el bien que no hayas hecho!, sino por haberle rechazado cuando a las puertas de tu casa no le diste el agua que tenías de beber. Y antes Él ya te la había dado.