Enric Vivanco Fontquerni | Barcelona

A los creyentes

Los creyentes comunitarios que consideran esta asociación de Estados como el paradigma de las libertades y un freno a los excesos de ciertos partidos políticos que pululan por el grupo, no hacen la lectura del porqué se organizó semejante engendro. La asociación del Carbón y del Acero año 1951, fue el embrión que fue degenerando hasta la situación actual. Lo primero que se puede destacar es su gran sagacidad para preservar los dos elementos más destructores y destructivos de la vida humana como han sido y siguen siendo el carbón y el acero, con el argumento que el desarrollo y el progreso darían mejor vida a la población, la falacia más nefasta del siglo XX, ha cristalizado en un planeta infectado de tanto progreso. No solo esto sino que a medida que iban entrando al grupo los diversos estados, iban desmantelando sus industrias que podían competir con la de los fundadores. La liberalización del grandísimo Felipe, fue la destrucción industrial del Estado, para convertirse en un prostíbulo turístico y financiero.

En segundo término, también contenía un germen reaccionario idéntico al de la Santa Alianza, defensores de los valores cristianos frente al liberalismo, que lo ocupó el comunismo, con idénticos valores cristianos, lo más divertido de todo ello es que el comunismo fue más liberal que los propios liberales, grandes amantes del progreso y del desarrollo, al considerar a la naturaleza, un trasto a su conveniencia. Es difícil imaginar cuántas pruebas cotidianas se necesitan para poder apreciar el desastre que representa para la población en general semejante asociación. En el Principat, estaban entusiasmados con la Comunidad, en cambio a partir de cierto tiempo en sectores soberanistas se empezaba a cuestionar el paradigma de libertad y democracia, que nunca ha tenido ni tendrá lugar.

La Unión Europea, funciona como cualquier otro Estado del continente, o sea la hipocresía elevada al infinito. Si todavía no somos conscientes que la democracia funciona con un entramado jurídico que propicia hacer lo que les dé la gana, y en la decisión final siempre deciden los grupos de presión que cobran y por cierto muy bien todo un funcionariado que se pone la camiseta en contra del Brexit. El Principat, tiene tres filtros: el propio, el del Estado, y el Comunitario, así que todos en contra. El Reino Unido, es de esperar que se libere del Comunitario, por lo tanto mayor libertad.
 
Atentamente,

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