Veamos la lógica que hay detrás de la operación del patrón de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; ejemplo de gestión y éxito empresarial y modelo de la Euskadi que nos quiere vender el PNV.

Acaba de realizar una operación política maquiavélica, en el amplio sentido del término, nombrando vicepresidente de la identidad a un destacado dirigente del PSOE: Antonio Miguel Carmona.

Se trata de un ataque directo al PSOE por su política ante al escandalosa subida de los precios de la luz y, a la vez, de un apoyo descarado al PP. El señor Galán ni siquiera se ha molestado en guardar las formas. Ese es su modo de manifestar abiertamente quién manda en este país, sin necesidad de ser elegido.

¿En qué lógica opera el presidente de Iberdrola? Galán sabe cuál es la posición anímica de Carmona. Saber que ya no tiene recorrido en la política y le ofrece una salida al impasse en el que se encuentra.

Todos sabemos que ante el estado de angustia, provocado por un impasse, quien cede desaparece como sujeto y como persona. También conocemos que siempre se traiciona por un interés interesado y que sólo resistimos en la defensa de un ideal.

La persona que cede (el traidor, al que nosotros, despectivamente, llamamos rata) se precipita en el tiempo que le marca el otro, porque él ya no está en disposición de crear nada propio, ni dentro ni fuera del PSOE.

En fin, si tanto de roedores sabe Galán, ¿no será porque algún día habrá sido él también una rata?