Cuando la Caja era una entidad benéfica ningún responsable se redujo su sueldo. Ahora que se ha convertido en banco, su presidente decide rebajárselo, no se sabe con qué intención oculta. ¿Será para cambiar la imagen negativa que han ido cosechando los bancos ante sus clientes? Les va a costar. Hay que precisar que al incorporarse a la BBK tuvo un aumento del 75% respecto al del anterior presidente, según aparece en prensa, lo cual hace pensar que se trata de una maniobra. Hablamos de un sueldo anual de 800.000 €; no es una bagatela, aunque pueda argumentarse que es razonable si se consideran los de ejecutivos de otros bancos e instituciones. Para el común, tal retribución es un insulto si se compara con la que recibe cualquier trabajador, pensionista o quien perciba la prestación por desempleo. A lo que habría que añadir indemnizaciones garantizadas en los contratos en caso de despido o de cualquier otra contingencia.

Escandalizan los contratos de muchos de los directivos de cajas de ahorro que han quebrado, que han tenido que pagar a quienes las han llevado a ser rescatadas, indemnizaciones que sonrojan a todos, menos a los que se benefician de tales argucias, sin que tengan que responder ante la sociedad a costa de la que cual los bancos han acumulado tales patrimonios. Se trata de comisiones fraudulentas, intereses leoninos o ejecutando desahucios para apropiarse de las viviendas, arrojando al deudor a la calle, con el préstamo impagado que será una carga para toda su vida, destrozando familias enteras con la complicidad de las instituciones públicas y jueces insensibles que firman sentencias como si fueran trámites burocráticos, ignorando su condición de seres humanos con derecho a ser respetada su dignidad.

La demagogia de reducirse el sueldo los directivos resulta insultante y poco creíble cuando se están conculcando derechos humanos de ciudadanos que han tenido la desgracia de perder el empleo por causas de las que no culpables, aunque sí los gestores de entidades bancarias a causa de sus errores, impericia y sus corrupciones, para tener que ser salvados de la quiebra con dinero de todos, incluido el de los desahuciados. Con seguridad, cumpliendo la legislación vigente, pero otra cosa serían los principios éticos.