Lo que está sucediendo en una Escuela pública del Principat, es el reflejo del embuste permanente. Los hechos son los siguientes: Una profesora no se encuentra bien, y da positivo de la Covid, la otra profesora que comparte clase con ella simultáneamente, se le obliga a ir a trabajar como si no pasara nada, y tampoco se avisa a los padres que su maestra está enferma del virus, alegando que las bajas están protegidas por la confidencialidad. La dirección manifiesta a la profesora que esté tranquila, y pasado cuatro días, se le haría la prueba de antígenos, cuando en el trimestre pasado se cerraron más de 12 aulas, para hacer la cuarentena. Sánchez, que estuvo en contacto con Macron, mucho menos tiempo que la maestra, hizo la cuarentena. ¿Qué motivo hay para que esta docente no haga la cuarentena? La indecencia es que los padres no estén informados, les aseguro que produce un dolor añadido, porque son profesionales y tienen cariño hacia los niños. Lo encuentran incomprensible, miserable, e inhumano. Hay miedo y los maestros están paralizados porque necesitan el salario. Los sindicatos, son una pura decoración inservible. Esto no acaba aquí, como está trabajando, otra persona fue in situ a pedir una visita telefónica al médico de familia de toda la vida, y en vez de facilitar la citación vía telefónica, ya que la presencial hace meses que es impensable, en principio se niegan, ya que no tiene síntomas. Lo más inhumano es que encima dicen porque no denuncia la situación culpabilizándola por no hacerlo. El grado de cinismo de nuestra sociedad, ha llegado a tal extremo, que es imposible que pueda haber una continuidad y mejora en la vida humana y no humana.  Por cierto, hace muchos años que paga la cuota de un sindicato, que nunca le ha servido de nada, como en estos momentos. Todo es una pura falacia, la verdad ha dejado de existir. Si no hay votaciones que no van a servir para nada, no es para salvar vidas. Es para salvar votos, con sus sueldos correspondientes. Esta es la realidad y no otra.