Se decía “El fiscal superior, Juan Calparsoro, mostro ayer su «frustración» por las dificultades que se están produciendo en el proceso judicial por la muerte de Iñigo Cabacas, y volvió a reclamar a la Fiscalía de Bizkaia que sea más «proactiva» y que «impulse la investigación».

El fiscal superior explicó ante la comisión parlamentaria que ha hablado sobre este asunto con la Fiscalía de Bizkaia, respecto a la que ha manifestado que mantiene una «visión distinta». Calparsoro aseguró que no pretende «imponer» su punto de vista a la Fiscalía vizcaina, aunque ha recordado que ha pedido «muchas veces» que «sean más proactivos e impulsen la investigación». En cualquier caso, mostró su apoyo a la fiscal y a la jueza, aunque destacó que este asunto «merecería un esclarecimiento completo» para determinar si hubo «responsables penales» por el fallecimiento de Cabacas. No dudó de que la muerte fue «accidental o por imprudencia», pero hay que comprobar si la actuación policial fue proporcionada.”

Digámoslo claramente, Calparsoro es un fiscal-corcho, que por mucho que llueva en Euskal Herria nunca se moja y siempre flota. Es un sí pero no. ¡Mira si ha tenido motivo para intervenir y dejar claro su criterio y línea a seguir en múltiples ocasiones, ante graves injusticias y vulneraciones por parte de instituciones, organismos y cuerpos policiales! Y, sin embargo, casi siempre el ciudadano vejado y puteado ha sentido la dejación y el desamparo de quien lleva por título «fiscal superior del País Vasco», como, entre otros, la familia de Íñigo Cabacas. ¿Y qué le dirá la familia de Ibon Iparragirre, tan enfermo, tan machacado, tan maltratado él, tan inhumanamente tratado por su gente, por fiscales y jueces, por ese aparato judicial tan rancio, vengativo y putrefacto, qué le dirían tantos presos políticos vascos maltratados en las cárceles ante su silencio a martillazos a pesar de las denuncias de familiares, abogados y amigos? Su respuesta, el silencio eterno y el dejar pasar, su comodidad de fiscal superior.

¡Váyase al cuerno, Sr. Calparsoro, con su monserga de «sean más proactivos» y no sea tan sumiso y plegado al poder!