Edurne Huesa | Landarlan Ingurumen Elkartea (Ordizia)

Luces y sombras en Enirio-Aralar

Tras la apertura de pastos públicos en Enirio-Aralar, valoramos positivamente que la mancomunidad haya solicitado este año la guía sanitaria a todos los ganaderos, documento necesario para el traslado de animales de un lugar a otro, vigente desde el año 2007, con lo que hace tiempo que se les debería haber solicitado. Este año pastarán en Enirio-Aralar 17.311 ovejas, 985 vacas y 862 yeguas, habiendo un incremento en los tres tipos de ganado con respecto al año anterior, lo cual nos parece muy preocupante ya que según el plan de pastos de 2019, en 5-7 años habría que reducir las vacas a 550-650 cabezas y las yeguas a 350-400 cabezas. Este año no se van a ocupar las cuarenta chabolas, quedándose tres vacías, en este caso deberíamos saber si las chabolas vacías están alrededor de las pistas o no, por lo que el reparto de ellas debería planificarse en base a la cercanía a las pistas. La crisis del Coronavirus ha provocado que en los dos últimos meses no haya subido gente a Aralar, lo que ha hecho que muchos caminos hayan reverdecido y la tranquilidad haya llegado a los montes y en general a la naturaleza. Sin embargo, desde el 1 de mayo se vuelve a notar la falta de control en Enirio-Aralar, tal y como lo demuestran las fotos y vídeo de vehículos circulando fuera de pistas que ha recibido Landarlan. Instamos a la Mancomunidad y a la Diputación a que intensifiquen los controles de los vehículos y a que den instrucciones a los distintos usuarios para actuar en el monte de manera responsable, minimizando la afección a la biodiversidad y al paisaje.

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